La Comisión de Asuntos Jurídicos del (PE) dio luz verde a la reforma del copyright europeo que quiere asegurar que las plataformas de paguen de forma justa a los que contribuyen con su propio contenido del mismo modo que ocurre en las publicaciones físicas.

Para ello han respaldado la posibilidad de que las grandes compañías filtren todo el contenido que los creadores suben a su espacio, una solución que no ha gustado ni a algunos grupos minoritarios del PE, ni a las tecnológicas, ni a la organización europea de consumidores (BEUC).

Se trata de un paso más en el camino legislativo -todavía resta el voto en pleno y la aprobación final de países comunitarios- de la reforma de la directiva de derechos de autor en la UE, cuyo último texto data del 2001, antes de que Internet cambiara completamente el paradigma.

Los eurodiputados se suman en su propuesta a la preocupación de las pequeñas compañías y autores cuyos contenidos se agregan a grandes plataformas sin recibir una remuneración adecuada por ello, un posicionamiento que hace que los gigantes tecnológicos muestren sus dudas sobre esta reforma.

Además de pagar adecuadamente a los autores de contenido en Internet, también quieren poner un límite a las ocasiones que una plataforma puede reproducir un mismo contenido sin remunerar proporcionalmente al responsable del mismo.

Las nuevas normas también obligarán a las plataformas a incluir en su sistema herramientas de control de derechos de autor, de forma que estos puedan denunciar fácilmente cuando no se cumplen sus derechos.

De las nuevas obligaciones se exime a plataformas de Internet enciclopédicas y sin afán de lucro, como .

Para asegurar ese control de protección de los derechos de autor, las grandes plataformas como y deberán escrutar de forma sistemática el contenido que suben los usuarios, una medida que no beneficiará "ni a consumidores ni a creadores", según ha opinado tras el voto la directora de BEUC, Monique Goyens, en un comunicado.

"La justa remuneración para los autores es importante, pero los consumidores no deberían pagar el pato", afirmó Goyens.

Paradójicamente, la solución tampoco es del gusto de las empresas tecnológicas, que tendrán que asumir el coste de cargas tecnológicas para escrutar todo el contenido antes de su publicación, señalaron a Efe fuentes parlamentarias.

El voto ha salido adelante con 14 votos a favor, 9 en contra y 2 abstenciones.

Aunque los grandes grupos creen que la nueva reforma rema a favor de la libertad de prensa y expresión, grupos como los Verdes de la Eurocámara han considerado el texto poco ambicioso en defensa de los autores y mala solución que las plataformas puedan filtrar todo el contenido.