Probablemente el presidente de Túnez, Kais Saied, no usa uniforme militar, sin embargo, está haciendo una muy buena impresión de Sisi: aprovechando las manifestaciones contra un Gobierno impopular respaldado por los islamistas, suspendiendo el parlamento electo del país, destituyendo al primer ministro y asumiendo efectivamente una autoridad dictatorial sobre el país. (Foto: Bloomberg)
Probablemente el presidente de Túnez, Kais Saied, no usa uniforme militar, sin embargo, está haciendo una muy buena impresión de Sisi: aprovechando las manifestaciones contra un Gobierno impopular respaldado por los islamistas, suspendiendo el parlamento electo del país, destituyendo al primer ministro y asumiendo efectivamente una autoridad dictatorial sobre el país. (Foto: Bloomberg)

En medio de la agitación política de Túnez, resulta fácil escuchar los ecos de los acontecimientos en Egipto hace ocho años. En el verano de 2013, una serie de protestas contra un impopular Gobierno islamista permitieron que el general Abdel-Fattah El-Sisi tomara el poder en lo que equivalió a un golpe de Estado.

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