(Foto: AFP).
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, animado por el nombramiento de una jueza conservadora para la Corte Suprema, y su rival demócrata, Joe Biden, se preparan para su primer debate el martes que marcará el tono del final de la carrera hacia la Casa Blanca.

Biden llega con una ligera ventaja en los sondeos, pero con una conocida propensión a los errores y una falta de agilidad de palabra que lo hizo reconocer el sábado que el encuentro será difícil.

En el centro del debate está la gestión de la crisis del COVID-19, que ha dejado más de 203,782 muertos en Estados Unidos, y que ha disparado el desempleo, golpeando con especial fuerza a las minorías como los afroestadounidenses y los latinos.

El político demócrata, de 77 años, que debido a la pandemia lleva a cabo una campaña de baja intensidad, con contados eventos y poca exposición, va a estar bajo una presión a la que no se ha enfrentado desde las primarias de su partido, que acabaron en abril.

Este primer duelo de 90 minutos será moderado por el periodista Chris Wallace de la cadena conservadora Fox News y es el primero de tres encuentros antes de las elecciones del 3 de noviembre.

Trump no cesa de fustigar a su rival, burlándose de él con el sobrenombre “Joe el dormido” y afirmando que sufre algún tipo de deterioro cognitivo por la edad.

Además sostiene que Biden, un político de larga trayectoria anclado en ala moderada del Partido Demócrata, es una “marioneta” de la izquierda radical.

-“Un mentiroso”-

“Es como Goebbels”, respondió este sábado Biden, comparando al presidente con el encargado de la propaganda nazi Joseph Goebbels. “Uno dice una mentira una y otra vez, la repite, repite y repite para que se convierta en un hecho incontestable”.

“La gente sabe que el presidente es un mentiroso”, añadió Biden.

Trump, por su parte, llega al duelo alentado tras haber nominado a una magistrada conservadora para llenar la vacante que el fallecimiento de la jueza progresista Ruth Bader Ginsgurg dejó en la Corte Suprema.

Con esta elección espera movilizar el voto de la derecha religiosa que lo ayudó a llegar a la Casa Blanca hace cuatro años, para recuperar terreno en las encuestas, donde está rezagado.

“Será fantástica”, dijo Trump a la jueza Amy Coney Barrett, de 48 años, cuando la nominó el sábado en la Casa Blanca. La magistrada, una católica practicante y madre de siete hijos, es conocida por su oposición al aborto, uno de los temas claves en la polarización cultural que domina la actualidad estadounidense.

El presidente anticipó una confirmación rápida del nombramiento de Barrett en el Senado, dominado por los republicanos.

Su decisión de llenar la vacante en la Corte Suprema generó indignación entre los demócratas, que sin posibilidad de detenerla intentan utilizarla para movilizar a su electorado.

Las audiencias para la nominación comenzarán el 12 de octubre y van a ser determinantes durante la campaña hasta el nombramiento, que los republicanos esperan concluir a pocos días de las elecciones.

-Lucha codo a codo por el voto latino

Pese a que Biden cuenta con una ventaja en las encuestas a nivel nacional, con el 49.6% frente al 42,9% de Trump, según el compilado de encuestas RealClearPolitics, la batalla en estados claves será reñida.

En estas elecciones hay un número récord de latinos habilitados para votar, con 32 millones de electores hispanos, que representan un 13.3% del total.

Entre los latinos la ventaja de Biden es clara con un 65% de apoyo frente al 36% del mandatario republicano, pero esta categoría está lejos de ser un bloque uniforme y en estados claves como Florida, los votantes de origen cubano, venezolano o puertorriqueño responden a diferentes motivaciones.

En este bastión, que es clave para llegar a la Casa Blanca con 29 votos electorales, Biden tiene una leve ventaja con el 48.7% de la intención de voto frente al 47.4% de Trump, según RealClearPolitics.

Sin embargo, entre los latinos es Trump quien lleva ventaja con 50% frente al 46% de Biden, debido al fuerte apoyo de los cubanos, reveló una encuesta de la cadena NBC News.

En este estado Trump apuesta con fuerza a atizar el sentimiento anticomunista, señalando que Biden es socialista.

Por su parte Biden busca aprovechar el rechazo que provoca el presidente por su gestión del hucarán María, que dejó 3,000 muertos en la isla, para sumar votos en la comunidad puertorriqueño emigrada tras el desastre.

“Trump le ha fallado a la comunidad latina en reiteradas oportunidades”, dijo Biden en un inhabitual desplazamiento de campaña a Florida a mediados de mes.

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