(Foto: AFP)
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Con su polémico movimiento para suspender el financiamiento a la ) en medio de la de , el presidente estadounidense, , puede ganar algunos puntos a nivel doméstico, pero abre una oportunidad que está encantada de explotar.

Los críticos dicen que Trump está ansioso por encontrar un chivo expiatorio ante la muerte de miles de estadounidenses por Covid-19, aunque existe un amplio consenso en Washington de que la OMS fue demasiado concesiva con China cuando el virus surgió por primera vez en la metrópoli de .

Trump, que ha criticado ferozmente a las agencias de la ONU y la ayuda al exterior como parte de su filosofía "Estados Unidos primero", anunció el martes la suspensión de los fondos de su país para la OMS por su "mala gestión y encubrimiento de la propagación" del virus que ha enfermado a más de dos millones de personas.

La decisión se produjo justo cuando empezaba a ver cómo sus críticas a China ganaban nuevos adeptos, con varios países que asimilaron las entregas de suministros médicos chinos a actos de propaganda, mientras Francia convocaba al embajador de Pekín por sus declaraciones sobre la respuesta de países occidentales al virus, y naciones africanas se mostraban furiosas por la discriminación china de sus ciudadanos.

China, que ofrece una pequeña parte de los más de US$ 400 millones enviados por Washington a la OMS cada año, dijo que estaba "seriamente preocupada" de que el recorte de la ayuda de Estados Unidos debilitara la cooperación internacional, mientras que un alto funcionario ruso llamó a Washington "egoísta".

Brett Schaefer, investigador principal de la Fundación Heritage, un centro de reflexión conservador que generalmente apoya a Trump, está de acuerdo con las críticas a la respuesta de la OMS, pero opina que Estados Unidos había errado el mensaje.

Estados Unidos ya ha entregado la mayor parte de la contribución de la OMS de este año, por lo que el anuncio de Trump hace que otros países crean falsamente que la decisión tendrá un gran impacto, dice Schaefer.

"Hubo una gran frustración y enojo expresados por varios países sobre la respuesta de China y su papel en la propagación de Covid-19 en todo el mundo, y creo que la decisión del presidente desvía la atención de ese tema hacia la decisión de Estados Unidos", analiza Schaefer.

Según el investigador, hubiera sido mejor que Estados Unidos condicionara su ayuda futura a la OMS a una investigación sobre su respuesta a la pandemia de Covid-19, y que destacara su compromiso de US$ 500 millones en ayuda bilateral para luchar contra el virus.

“Herida autoinfligida”

La administración Trump acusa a la OMS y a su líder, el médico etíope convertido en diplomático Tedros Adhanom Ghebreyesus, por no cuestionar las afirmaciones iniciales de China de que el virus se transmitió entre humanos. Tedros voló a Pekín a fines de enero y elogió la transparencia de China.

Pero el propio Trump inicialmente habló de China en términos similares y en enero dijo que su administración tenía el virus "totalmente bajo control". Desde entonces, el Covid-19 ha matado a más de 25,000 personas en Estados Unidos.

Derek Chollet, vicepresidente ejecutivo del centro estadounidense de estudios de políticas públicas German Marshall Fund, calificó el anuncio sobre la OMS como una "herida autoinfligida", que simbólicamente mostró que Estados Unidos se alejaba de su histórico liderazgo.

"Y en la medida en que el mundo ha estado prestando atención a la propia respuesta de Estados Unidos, el país no parece un aliado en el que se pueda confiar", dijo Chollet, quien sirvió en la administración del expresidente Barack Obama.

"Obviamente, este es un intento de culpar a China por esto. Podría terminar jugando en beneficio de China, ya que lo utilizan para dejar claro al mundo que Estados Unidos es el problema", dijo.

“Recorte de municiones”

Sin embargo, Chollet dijo que era demasiado pronto para ver si los esfuerzos de China tendrían éxito y que los aliados de Estados Unidos estaban acostumbrados a las disputas de Washington sobre el financiamiento, cuyo rumbo puede revertir el Congreso.

El senador Patrick Leahy, el principal demócrata en el subcomité a cargo de los fondos del Departamento de Estado, dijo que Trump esencialmente estaba "cortando municiones a un aliado, a medida que el enemigo se acerca".

"No queriendo asumir la responsabilidad mientras las muertes continúan aumentando, (Trump) culpa a otros", dijo Leahy.

"La OMS podría haber sido más contundente con China y haber declarado una emergencia sanitaria mundial antes, pero está desempeñando una función esencial y necesita nuestro fuerte apoyo", señaló.

Los defensores de la salud pública también condenaron ampliamente la medida. Bill Gates, el multimillonario cofundador de Microsoft que es uno de los mayores financiadores privados de la OMS, dijo que el mundo necesitaba el organismo de la ONU "ahora más que nunca".

"Su trabajo está frenando la propagación del Covid-19 y si ese trabajo se detiene, ninguna otra organización puede reemplazarlos", dijo Gates.

Pero Trump, que busca la reelección en noviembre, disfrutó de una cobertura favorable en los medios conservadores y de la simpatía de la derecha de su Partido Republicano.

“Bien. Si la OMS quiere seguir recibiendo dinero de los contribuyentes estadounidenses, no debería llevar agua para el Partido Comunista Chino”, tuiteó el republicano Mark Green, miembro de la Cámara de Representantes por Tennessee.