Donald Trump
Donald Trump

El presidente propondrá un plan que incluye un mecanismo para que US$ 1.8 millones de “dreamers” se naturalicen, pero también mayores restricciones a la inmigración legal y US$ 25,000 millones para la seguridad fronteriza, informó la Casa Blanca.


El plan sin duda generará resistencia entre algunos de los conservadores aliados de Trump.


Altos funcionarios de la ofrecieron un vistazo al marco de trabajo de Trump con relación a la inmigración, presentándolo como una solución negociada que podría ser aprobada en el Senado.


La propuesta representa un revés para el mandatario, que había prometido eliminar el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (, por sus siglas en inglés), promulgado por el presidente Barack Obama, el cual expedía permisos de trabajo a los “dreamers” (jóvenes que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños) y los protegía de ser deportados.


Posteriormente Trump les pidió a los legisladores que extendieran el programa, pero sostuvo que no tenía en mente conceder la naturalización.


En la actualidad, el DACA protege a unos 690,000 inmigrantes jóvenes, aproximadamente la mitad de los que cumplieron con los requisitos para inscribirse, según cálculos independientes.


El plan de Trump ampliaría esto al ajustar algunos de los requisitos, señalaron funcionarios, sin ofrecer detalles. No permitirá que los padres de dichos inmigrantes regularicen su estatus migratorio.


Trump dijo el miércoles que está abierto a la implantación de un mecanismo para que los inmigrantes protegidos por el DACA puedan naturalizarse estadounidenses.


“Lo haremos paulatinamente. Va a suceder en algún momento en el futuro, a lo largo de un periodo de 10 a 12 años”, declaró.


El estatus legal para los beneficiarios sería revocable en caso de comportamiento delictivo y amenazas a la seguridad nacional, señalaron los funcionarios, y la naturalización tendría requisitos de trabajo y de educación aún no especificados, y la determinación de que los solicitantes tienen “buen carácter moral”.


Trump anunció el fin del DACA en setiembre, y estableció un plazo que vence el 5 de marzo para que el Congreso proporcione protecciones legales a los dreamers o de lo contrario volverán a ser sujetos de deportación.


Los funcionarios dijeron que el mandatario sólo firmará un proyecto de ley que proporcione dichas protecciones si se implementan los otros cambios para el control de la migración que él está proponiendo.


El plan del mandatario reduciría la inmigración sustentada en lazos familiares, limitándola a cónyuges e hijos menores de edad, y eliminaría las cláusulas que permiten que los padres, hermanos adultos y otros familiares ingresen al país.


Los funcionarios dijeron que sólo descartaría las nuevas solicitudes para visas de este tipo, y permitiría que se procesen las que ya estén en trámite.


Pondría fin también al programa de lotería de visas de diversidad, que está bajo la atención de Trump después del ataque con una camioneta en la ciudad de Nueva York el año pasado, reestructurando la asignación anual para reducir el retraso existente en las solicitudes de visa. El individuo que efectuó dicho ataque había ingresado a Estados Unidos con una visa de este tipo.


Los funcionarios hablaron a condición de guardar el anonimato porque carecen de autorización para hacer declaraciones públicas sobre el plan antes de que sea dado a conocer.


Trump había descartado la idea de permitir que los dreamers se naturalicen. En setiembre afirmó: “No estamos considerando la naturalización. No estamos considerando una amnistía. Estamos considerando permitir que la gente se quede aquí”.


Hace unos días, el mandatario le había encargado a un grupo bipartidista de legisladores de ambas cámaras que elaboraran una propuesta sobre el tema de la inmigración, y dijo que firmaría cualquier texto que ellos aprobaran.


Pero luego de que las conversaciones en el Capitolio se vinieron abajo, en parte debido a una controversia generada por Trump al usar lenguaje vulgar para referirse a algunos países, la Casa Blanca decidió ofrecer su propio marco de trabajo.


La residencia presidencial hizo el anuncio después de que el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que le preocupaba que el presidente no hubiera explicado lo suficiente cuáles eran sus prioridades.


Un funcionario dijo que lo presentado el jueves es para el Senado, y que el gobierno espera que en la Cámara de Representantes se apruebe un proyecto de ley distinto.


Los demócratas dijeron sentirse alentados el jueves por el respaldo de Trump, mientras que los republicanos se mostraron más cautelosos.


Breitbart News, el aliado más leal al presidente entre los medios de comunicación, criticó a Trump, llamándolo “Don Amnistía”.


El senador demócrata moderado Joe Manchin dijo sentirse “muy alentado” por las sorpresivas palabras del presidente, pronunciadas el miércoles por la noche en comentarios repentinos ante los reporteros.


Entre los republicanos, el senador James Lankford dijo respaldar el mecanismo para otorgar la naturalización descrito por Trump. El senador Mike Rounds, también republicano, consideró que las palabras del mandatario son “positivas” y dijo que la descripción que hizo “nos da una mejor idea” de sus puntos de vista, aunque agregó: “Aún nos falta mucho camino por recorrer”.


Algunos de los legisladores más conservadores no parecieron dispuestos a permitir que los dreamers se naturalicen.


“El DACA en sí mismo no tenía un mecanismo para la naturalización”, dijo el senador Ted Cruz, que compitió con Trump por la nominación presidencial republicana en el 2016.


“Así que creo que sería un grave error, e incongruente con las promesas que les hicimos a los votantes, el implementar un mecanismo para que los beneficiarios del DACA u otras personas que se encuentran aquí ilegalmente, se naturalicen”.


El representante republicano Jim Jordan dijo que respalda un proyecto de ley más conservador y de alcance más amplio propuesto por integrantes de la Cámara de Representantes, incluido el republicano Bob Goodlatte, presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la cámara baja, que ha recibido mucho apoyo de los conservadores en ese recinto legislativo.


El republicano Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, ha prometido que cabildeará para recabar respaldo a esa medida.