La primera ministra del Reino Unido, Theresa May. (Foto: EFE)
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May. (Foto: EFE)

La primera ministra británica aplazó hoy la votación en el Parlamento sobre el Brexit para evitar una derrota aplastante, y en un discurso imprevisto ante el legislativo, dijo que el gobierno estaba acelerando los preparativos para un Brexit sin acuerdo.

La mandataria sostuvo que si bien su acuerdo con la era “el mejor acuerdo que se pudo negociar”, el gobierno debe prepararse para la posibilidad de una salida sin acuerdo.

Entretanto en Bruselas el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk dijo que la UE no renegociará la salida británica, y convocó a una cumbre para el jueves a fin de debatir el tema.

En un mensaje en Twitter, Tusk dijo que "no renegociaremos el acuerdo, inclusive el acuerdo de salvaguarda, pero estamos dispuestos a hablar sobre cómo facilitar la ratificación en el Reino Unido”.

Al mismo tiempo advirtió que “debido a que se nos está acabando el tiempo, también analizaremos la posibilidad de una salida sin acuerdo”.

En Londres el dirigente opositor Jeremy Corbyn dijo que la decisión de aplazar el voto revela que en “el gobierno ha perdido el control de los acontecimientos y ha caído en el desorden total”.

Los parlamentarios laboristas corearon “¡Renuncie, renuncie!” al finalizar el discurso de May.

El legislador conservador Jacob Rees-Mogg rechazó el “acuerdo imposible de aprobar” y dijo que allanaba el camino para un gobierno laborista presidido por Corbyn.

El anuncio, hecho en tono desafiante, provocó una nueva caída de la libra.

La moneda británica, principal indicador de la confianza de los inversionistas internacionales en la economía, cayó 1.7% a 1.2515 dólares, su nivel más bajo en 20 meses.

El FTSE 100, el índice principal de la Bolsa, bajó 0.5% en el día.
Los inversores temen que el impasse político sobre la salida acrecienta la probabilidad de un Brexit sin acuerdo. Ése sería el peor de los casos, según el Banco de Inglaterra, ya que provocaría la peor recesión en un siglo y una nueva caída de la moneda.

Desde que asumió en el 2016, May ha bregado con el Brexit, primero para alcanzar un acuerdo con el bloque y después para convencer a los escépticos parlamentarios que lo aprueben antes de la fecha de salida, el 29 de marzo del 2019.

Por otra parte, el máximo tribunal de la Unión Europea falló el lunes que Gran Bretaña puede cambiar de parecer sobre el Brexit, dando esperanzas a quienes desean que el país se quede en el bloque de que el proceso pueda ser revertido.

En un nuevo revés para May, la Corte Europea de Justicia dijo el lunes que cuando un país miembro de la UE ha notificado sus intenciones de irse, “ese país es libre de revocar unilateralmente esa notificación”.

Gran Bretaña votó en el 2016 para dejar el bloque de 28 naciones e invocó el Artículo 50 del Tratado de Lisboa en marzo del 2017, desatando con ello el proceso de salida.

El Artículo 50 tiene pocos detalles, en parte porque la idea de que algún país abandonara el bloque se consideraba improbable.

Un grupo de legisladores escoceses le habían pedido a la corte que fallase sobre si el Reino Unido podía retractar por su cuenta el proceso de separación.

La corte, basada en Luxemburgo, dijo que dada la ausencia de una cláusula específica de salida en el Artículo 50, los países podían cambiar de parecer de acuerdo con sus propios arreglos constitucionales y que eso “refleja una decisión soberana”.

El gobierno británico tiene derecho a hacerlo siempre y cuando un acuerdo de salida no haya entrado en vigor.