El cambio constitucional no siempre es malo. Muchas de las modificaciones a la constitución de Francia han sido para cumplir con las reglas de la Unión Europea.
El cambio constitucional no siempre es malo. Muchas de las modificaciones a la constitución de Francia han sido para cumplir con las reglas de la Unión Europea.

Este columnista entra a una biblioteca y pide una copia de la constitución francesa. “Lo siento”, responde el bibliotecario. “No almacenamos publicaciones periódicas”. Según un recuento, Francia ha tenido 16 constituciones desde la primera en 1791. Su versión actual, que data de 1958, ha sido enmendada docenas de veces. Pero es un faro de estabilidad en comparación con muchos otros lugares.