La data generada por móviles y vendida por intermediarios permitió a Bellingcat identificar a los espías rusos que el 2020 envenenaron al líder opositor Alexei Navalny. REUTERS/Polina Ivanova/File Photo
La data generada por móviles y vendida por intermediarios permitió a Bellingcat identificar a los espías rusos que el 2020 envenenaron al líder opositor Alexei Navalny. REUTERS/Polina Ivanova/File Photo

La gran esperanza de las décadas de 1990 y 2000 era que Internet fuese una fuerza de transparencia y libertad. Pero no fue así, pues es frecuente que la mala información desplace a la buena. Estados autoritarios se aprovecharon de tecnologías que se suponía reducirían su poder. La información ha sido blandida como arma de guerra. En medio de esta decepción, la naciente era de la inteligencia de código abierto (OSINT) ofrece renovadas esperanzas.