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Los mercados populares en China han sufrido más que la mayoría de los negocios durante la pandemia. Después de que se culpó a uno en Wuhan de ser el origen del COVID-19, los funcionarios ordenaron el cierre de otros. Los compradores se han mostrado reacios a frecuentar los bulliciosos puestos al aire libre que venden carne y verduras frescas. Es posible que muchos nunca vuelvan a abrir, sobre todo porque los rivales en línea los están desplazando rápidamente.
El valor de las ventas en línea de productos frescos en China, que ascendieron a 293,000 millones de yuanes (US$ 45,000 millones) en el 2019, antes de la pandemia, puede aumentar a 570,000 millones de yuanes para fines del 2021. Eso situaría la participación de los supermercados electrónicos en el gasto en alimentos frescos en un 11%, el doble de lo que era antes del COVID-19. Podría llegar al 18% a mediados de la década.
Hasta hace poco, los supermercados en línea eran un pequeño complemento de otras ofertas de comercio electrónico de gigantes como Alibaba o JD.com, en lugar de un gran negocio por sí mismo. No más. JD.com está adaptando afanosamente su red logística, la más sofisticada de China, para manejar productos frescos. El año pasado, Alibaba gastó US$ 3,600 millones en una cadena de tiendas de abarrotes, y ha estado construyendo una red de supermercados que se puede utilizar para llevar comestibles a los compradores en línea.
Pinduoduo, otro gran comerciante electrónico, recaudó US$ 6,000 millones en el 2020 para impulsar sus operaciones de venta de comestibles. Transporta productos a las tiendas del vecindario donde los compradores pueden recoger pedidos, superando el problema del costoso último tramo, dice David Liu, vicepresidente de estrategia de la compañía.
Al mismo tiempo, los competidores están aprovechando el mercado. Missfresh afirma controlar el 28% de las entregas de comestibles electrónicos chinos que dependen de minialmacenes distribuidos: pequeños centros de almacenamiento refrigerados de vecindario, que a la compañía se le atribuye haber inventado. Al mantener los productos más cerca de los clientes, Missfresh dice que pudo cumplir con los pedidos en un promedio de 39 minutos en 16 ciudades durante los primeros tres meses del año.
Dingdong Maicai, que tiene el 10% del mercado local y es el supermercado electrónico dominante en la gran región de Shanghai, ha construido un conjunto similar de unidades. WM Tech, con una participación de mercado de alrededor del 17% en el norte de China, puede contar con las habilidades minoristas de su jefe, Zhang Wenzhong, quien fundó Wumart como la respuesta de China a Walmart en 1994. Al igual que Alibaba, puede usar sus cientos de puntos de venta como almacenes.
El fragmentado sector agrícola de China, la relativa ausencia de agricultura industrial, las malas conexiones de transporte a las áreas rurales y las irregulares cadenas de suministro de frío más allá de las ciudades aumentan los costos en lo que ya es un negocio con márgenes reducidos. Missfresh, Dingdong y docenas de rivales más pequeños están quemando efectivo mientras luchan por participación de mercado con la esperanza de agregar millones de nuevos clientes. El par por sí solo registró pérdidas netas combinadas de 9,700 millones de yuanes durante el 2019 y 2020. WM Tech obtiene ganancias, pero eso se debe en gran parte a su operación minorista convencional.
Todo esto lleva a Arun George de Smartkarma, una firma de investigación, a temer una repetición del auge y caída de las bicicletas eléctricas en China, que dejó a las ciudades llenas de bicicletas destartaladas e inversores con agujeros en los bolsillos. Además de la incertidumbre, las autoridades chinas están prestando más atención a las empresas de tecnología dominantes, así como a la difícil situación de los repartidores en scooter con exceso de trabajo. Un funcionario del gobierno se infiltró recientemente para revelar sus arduas jornadas de 12 horas por poco dinero. En enero, un repartidor desesperado se prendió fuego a causa de salarios impagos.
Sin embargo, pesimistas como George son minoría. La infraestructura rural está mejorando y el gobierno podría, a pesar de la operación encubierta, preferir a millones de conductores con trabajos difíciles a millones de desempleados intranquilos. Y los supermercados electrónicos tienen clientes con grandes bolsillos. Tencent, la empresa de Internet más valiosa de China, ha respaldado tanto a WM Tech como a Missfresh. Dingdong ha asegurado una inversión de SoftBank, un grupo tecnológico japonés de libre gasto. Tiger Global, un agresivo fondo de cobertura estadounidense, que apuesta en mercados prometedores en lugar de ‘startups’ individuales, también es optimista. Tiene una participación del 12% en Missfresh y una más pequeña en Dingdong.
En cuanto a un mayor apetito por los supermercados electrónicos chinos, esto está a punto de ser probado. En junio, tanto Missfresh como Dingdong dieron a conocer planes para ofertas públicas iniciales en Nueva York. WM Tech está considerando una salida a bolsa en Hong Kong. Las tres empresas podrían recaudar un total de US$ 2,000 millones. Eso sería suficiente para mantenerlos frescos por un tiempo, pero también para dejar a los inversionistas con indigestión.