Sede del BPI, el banco de los bancos centrales.
Sede del BPI, el banco de los bancos centrales.

La crisis financiera mundial del 2007-09 fue socialmente divisiva y económicamente destructiva. Inspiró una reacción resentida, ejemplificada por el Tea Party de Estados Unidos. Sin embargo, esa crisis al menos tuvo el tacto de esparcir el dolor financiero entre ricos y pobres. La participación de la riqueza mundial en manos del “uno por ciento” más rico de hecho cayó en el 2008. La pandemia ha sido diferente. En medio de toda la miseria y mortalidad, el número de millonarios aumentó el año pasado en 5.2 millones a más de 56 millones, según el Informe de riqueza global publicado por el banco Credit Suisse. El uno por ciento aumentó su participación en la riqueza al 45%, un punto porcentual más que en el 2019.