(Foto: El País)
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Un tercio de los ríos más largos del mundo, que se encuentran en regiones remotas del Ártico, el Amazonas y el Congo, fluyen de forma libre y sin estar condicionados por la actividad humana, reveló un estudio publicado en la revista

La investigación, elaborada por la Universidad de Montreal (Canadá) y la Universidad del Estado de Colorado (Estados Unidos), muestra cómo la actividad humana interrumpe el curso de los ríos, amenazando los ecosistemas y los recursos que estos son capaces de proveer.

El profesor al frente del estudio, Günther Grill, y su equipo desarrollaron un método para evaluar exhaustivamente el flujo de los ríos con el que analizaron hasta 12 millones de kilómetros de aguas de todo el mundo.

Estudiaron los efectos de la construcción de presas, así como otros factores clave que tienen una mayor influencia en el curso de las aguas como las barreras al flujo lateral, la infiltración, el uso y las regulaciones del agua y la formación de sedimentos.

Los expertos concluyeron que el flujo natural ha disminuido en cerca de la mitad de todos los ríos del mundo.

El 63% de los ríos más largos del mundo (más de 1,000 kilómetros de longitud) ya no fluye libremente, lo que representa casi el 41% del volumen mundial de estos.

Según la indagación, tanto las presas como los embalses son infraestructuras que contribuyen a la modificación de los ríos, ya que regulan e interrumpen su caudal.

La importancia de los ríos como ecosistemas es fundamental, ya que no solo proporcionan alimentos y agua, sino que hacen posible actividades económicas como la