El modelo económico promercado de Chile se puede mejorar desde adentro sin necesidad de una reforma radical, aseguró uno de los candidatos de centroderecha del país que está avanzando en las encuestas previas a las elecciones presidenciales de noviembre.
Entre las economías más ricas de Latinoamérica, Chile reescribirá su Constitución bajo el ascenso de contendientes independientes e izquierdistas después del mayor malestar social del país en una generación. Su sistema de pensiones privado, que alguna vez fue visto como un modelo para los mercados de capital en el mundo, está en una batalla por la supervivencia, y uno de los favoritos para el puesto más alto de la nación es un comunista que les dice a los inversionistas que son parte de los problemas de Chile.
Sebastián Sichel, exministro de Desarrollo Social del presidente Sebastián Piñera, propone un enfoque más matizado para abordar estos desafíos: en una entrevista en video con Bloomberg News, dijo que el marco económico de Chile se puede salvar impulsando las transferencias de efectivo a los pobres, mejorando los servicios públicos y reduciendo la desigualdad, todo mientras evita la reforma más drástica que proponen sus rivales de izquierda.
“Voy a combatir dos cánceres que amenazan al país”, dijo Sichel. “Uno es la ruptura del modelo económico en general que proponen algunos sectores más de izquierda. El segundo, bastante más transversal, es el populismo”.
El hombre de 43 años está tratando de ampliar su apoyo presentándose como candidato independiente, al tiempo que fortalece los lazos con los partidos conservadores. Uno de los contendientes presidenciales más jóvenes de Chile, hace un llamado a tener más emprendimiento al tiempo que apoya políticas sociales como el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que lo distingue de la política de derecha.
Sichel está logrando un equilibrio difícil mientras corteja a los votantes que rechazaron a los candidatos respaldados por el Gobierno en la votación de la Convención Constitucional de mayo.
“Lo que hay que hacer es inyectar recursos a los bolsillos de los chilenos”, dijo Sichel. Para eso, propone aportes estatales que complementen los ingresos de los trabajadores más pobres, un plan que, según dice, otros candidatos también se apresuraron a respaldar.
Un aspecto central de la estrategia de Sichel es aumentar el papel que desempeñan las pequeñas y medianas empresas en la economía y, al mismo tiempo, abrir nuevos mercados. También busca simplificar la burocracia y reducir el gasto excesivo.
Una de sus primeras medidas sería extender los horarios de operación de las oficinas gubernamentales que atienden al público. Algunos servicios esenciales cierran a las 2:00 p.m., mientras la gente todavía espera por ayuda, por lo que “necesito rápidamente despejar esta sensación de abuso estatal”, indicó Sichel.
Creciente interés
Las primeras encuestas sugieren que el respaldo de Sichel está creciendo. Una encuesta de opinión pública publicada esta semana mostró que obtuvo un 9% de las intenciones de voto, aproximadamente el doble de la cantidad que tenía a fines de abril. El aumento coloca a Sichel a cuatro puntos porcentuales de Joaquín Lavín, de 67 años, quien es el candidato de derecha más popular en este momento y uno de los políticos más conocidos de Chile.
Sichel se enfrentará a Lavín, así como al exministro de Hacienda Ignacio Briones y al exministro de Defensa Mario Desbordes, en las primarias del 18 de julio entre los contendientes de centroderecha. La primera vuelta de las elecciones presidenciales se llevará a cabo el 21 de noviembre, con una posible segunda vuelta programada para diciembre.
En el 2018, Piñera designó a Sichel para que fuera el vicepresidente ejecutivo de la agencia de desarrollo económico Corfo, y luego lo nominó para dirigir el Ministerio de Desarrollo Social, donde ayudó a establecer un programa de transferencia de efectivo de emergencia para familias pobres. Anteriormente fue director de la firma de relaciones públicas Burson Marsteller, y ha impartido cursos de derecho y comunicaciones en universidades locales.
En las últimas semanas, Sichel ha desarrollado su campaña política cortejando a miembros del partido Renovación Nacional de Desbordes y del partido Evopoli de Briones, ambos de centroderecha. El expresidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, afirmó su respaldo a Sichel en una entrevista con Bio Bio publicada el sábado.
Sichel dice que su diverso grupo de asesores también incluye a personas de centroizquierda como Hugo Lavados, quien se desempeñó como ministro de Economía de la expresidenta Michelle Bachelet.
Con respecto a la industria minera, que representa una fuente crucial de ingresos para el Gobierno de Chile, Sichel dijo que se opone a crear un impuesto sobre las ventas como el que se está discutiendo ahora. “Hay algo de populismo tributario este año”.
En cambio, dice que el royalty actual debería modificarse para garantizar que los fondos se transfieran directamente a las regiones donde se encuentran las operaciones mineras.
Sichel dice estar consciente del descontento con el modelo económico de Chile que generó el malestar social de fines de 2019 y principios de 2020. Para evitar más descontento, buscará reformar el actual sistema de pensiones de cuentas de ahorro privadas.
“Necesitamos redes que permitan caer en algún lugar si alguien queda sin fuente de ingresos, y una reforma profunda al Estado que disminuya la burocracia para acceder a estos beneficios cuando se necesiten”.