Foto 9 |  Todo esto es bueno para el principal partido de la oposición: El Partido Laborista –-al igual que los Tories-- está dividido con respecto al Brexit, pero estar en la oposición ayuda. Su dirigencia puede quedarse sentada viendo cómo May se hace goles en contra sin necesidad de dar especificaciones acerca de cuál es su posición, por ejemplo, respecto de la unión aduanera.
Foto 9 | Todo esto es bueno para el principal partido de la oposición: El Partido Laborista –-al igual que los Tories-- está dividido con respecto al Brexit, pero estar en la oposición ayuda. Su dirigencia puede quedarse sentada viendo cómo May se hace goles en contra sin necesidad de dar especificaciones acerca de cuál es su posición, por ejemplo, respecto de la unión aduanera.

Abandonar la unión aduanera de la puede costar a las empresas británicas hasta 20,000 millones de libras anuales en aranceles (22,800 millones de euros o US$ 26,600 millones), afirmó hoy el director ejecutivo de la Hacienda británica (HMRC), Jon Thompson.

El máximo funcionario de Hacienda cuantificó, ante el comité de Tesorería del Parlamento, el impacto económico del plan aduanero que proponen los miembros del Gobierno británico partidarios de abandonar cualquier unión aduanera comunitaria, entre ellos el ministro de Exteriores,

Ese plan, conocido como "maximum facilitation" o "max fac" ("máxima facilitación"), implicaría instalar controles fronterizos para mercancías en el Reino Unido, si bien se diseñaría un sistema tecnológico para agilizar al máximo los tramites comerciales.

El Ejecutivo de la primera ministra, la conservadora Theresa May, baraja al mismo tiempo otra opción, en la que el Reino Unido formaría una nueva "asociación aduanera" con la Unión Europea que permitiera mantener las fronteras sin controles.

Johnson y otros partidarios de un "" duro han argumentado que esa opción dificultaría que el Reino Unido pueda negociar por su cuenta acuerdos de libre comercio con países externos a la UE.

El director ejecutivo de la Hacienda británica explicó que bajo el plan denominado "max fac" cada una de las 200 millones de declaraciones aduaneras que deberían rellenar las firmas británicas al año para exportar a países de la UE costaría una media de 32.50 libras (37 euros).

Esa tasa se debería pagar dos veces, una a cada lado de la frontera, según Thompson.

Además de ese gasto, se tendrían en cuenta los "requerimientos de la Unión Europea respecto a normas de origen", cantidades que "son difíciles de estimar", pero que "es razonable pensar que suponen varios miles de millones más", sostuvo.

En total, el alto funcionario estimó que el coste para las compañías se situaría entre 17,000 y 20,000 millones de libras anuales (de 19,380 a 22,800 millones de euros).

Thompson señaló además que el sistema fronterizo necesario para cumplir con ese proyecto tardaría entre tres y cinco años en estar listo para funcionar.

El Reino Unido abandonará de forma oficial la UE el 29 de marzo del 2019, aunque espera que se abra entonces un periodo de transición, hasta diciembre del 2020, en el que continuará estando integrado en estructuras comunitarias como el mercado único y la unión aduanera.

Las negociaciones entre Londres y Bruselas sobre las condiciones de salida del bloque continúan en marcha y se centran ahora en encontrar soluciones que permitan mantener una frontera invisible entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.

Tras la declaración del director ejecutivo de Hacienda en el Parlamento, un portavoz oficial de May afirmó que la primera ministra "ha pedido que se trabaje en los dos modelos aduaneros".

"Ese trabajo se está llevando a cabo, por lo que cualquier especulación sobre su implementación no es nada más que eso", indicó esa fuente.