El Día Mundial del Teatro es un día especial para difundir esta expresión artística. (Foto: RTVE)
El Día Mundial del Teatro es un día especial para difundir esta expresión artística. (Foto: RTVE)

Hoy se celebra el Día Mundial del Teatro y esta industria ha querido escenificar la agonía que vive. El teatro de todo el mundo atraviesa una de sus peores crisis, pero la ilusión y resiliencia de este colectivo ha impedido su hundimiento, por lo que se sigue subiendo el telón, aunque sea de forma simbólica.

Los números rojos comenzaron a aparecer y todos los esfuerzos han parecido no ser suficientes. El presidente del Colegio de Productores de Teatros de México, Samuel Sosa, indica que el teatro está en la peor de sus crisis.

“La pandemia nos ha colapsado económicamente hablando y, aunque hemos hecho varios esfuerzos, no se ve una salida pronta”, señala.

Una investigación realizada el año pasado por la red colaborativa de espacios de autogestión mexicana, Pasaporte Cultural, revela que el 39% de los 900 recintos teatrales independientes está en riesgo de desaparecer y se registran pérdidas millonarias.

En Italia, donde los teatros han permanecido cerrados y solo han subido el telón entre junio y octubre, la pandemia los ha golpeado duramente. En el 2020 se ingresaron 55 millones de euros (US$ 65 millones), un 72% menos que el año anterior, según datos de la Sociedad Italiana de Autores y Editores (SIAE).

La preocupación en el sector es altísima y reclaman, además de medidas fiscales que estimulen el sector, claridad a la hora de fijar una fecha para la reanudación, “pues volver sobre las tablas lleva su tiempo”, prevé el director del histórico Teatro Sistina de Roma y presidente de la Asociación de los Teatros Privados ATIP.

Estados Unidos, Londres y la región

En Estados Unidos, el teatro también ha recibido un fuerte zarpazo. Aproximadamente 2.7 millones de trabajadores del teatro han perdido su empleo, “además, los colegios, universidades, organizaciones y compañías del teatro de todo el país han suspendido sus producciones, ensayos, lecturas, talleres, etc.”, explicó la presidenta del American Theater Wing, Heather Hitchens.

“El circuito comercial de las artes escénicas está prácticamente agonizando. Es una actividad que ha perdido el 95% de su facturación año a año. Por lo tanto, está en una situación terminal”, explicó el presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (AADET), Roberto Bisogno.

En Argentina, los teatros que están funcionando, que son varios, abren sus puertas de manera simbólica y testimonial, “para decir bueno, aquí estamos y queremos abrir, queremos trabajar”, dijo Bisogno, quien aseguró que “están abiertos a pérdida y las ayudas son insuficientes”.

En Londres, durante el confinamiento, el Teatro Cervantes, ofreció una línea gratuita de lecturas dramatizadas y conversaciones con profesionales del sector, que están “al borde del precipicio”, comentó Paula Paz, directora asociada del Teatro Cervantes de Londres, dedicado a ofrecer obras españolas y latinoamericanas, en inglés y en español.

Pese a la crisis económica, “estamos con muchísimas ganas de poner nuestro esfuerzo y trabajo al servicio de este bien esencial que es la cultura y de poder aportar nuestro granito de arena a la recuperación social a nivel local, nacional e internacional”, aseguró Paz.

“La parte positiva de esta dura situación es la reinvención del sector teatral y su hermanamiento con las nuevas tecnologías”, aseguró el dramaturgo y director del mexicano Centro Cultural Helénico, Antonio Zúñiga.

Aunque algunos recintos teatrales en Estados Unidos han comenzado a abrir sus puertas, la recuperación de la industria teatral no se ve cercana aunque sí esperanzadora. “En el ADN del teatro existe una resiliencia inamovible”, subraya Hitchens, quien aseguró que “con los enormes retos llegan grandes oportunidades”.

El futuro

El futuro del teatro mexicano se vislumbra con una precariedad muy estirada, “es una situación difícil y complicada”, añadió la directora del foro independiente Shakespeare y Cía, Itari Marta.

“La dramaturgia no muere porque hay una resiliencia que no conoce límite. Por el lado de lo artístico el teatro está salvado y es inmortal, pero la parte de la industria es la que severamente me preocupa porque se está desplomando”, aseguró Sosa.

Heather Hitchens señaló que las Artes Escénicas van a perdurar, “pero hará falta un esfuerzo colectivo de todos los trabajadores del sector para volver a levantarse, además de remar todos en la misma dirección y contar con ayudas federales y locales”.

Recientemente se ha anunciado que los recintos artísticos pueden volver a abrir con capacidad limitada, pero los musicales de Broadway no tienen la capacidad de sustentarse económicamente con menor aforo.

En la última temporada completa (2018-2019), Broadway registró un ingreso bruto de US$ 1,829 millones (1,550 millones de euros). Así que si se divide en 52 semanas, “es acertado decir que por cada semana que ha cerrado, Broadway ha perdido una media de US$ 35 millones brutos (casi 30 millones de euros)”, indicaron desde Broadway League. “Hay más optimismo y ganas de volver, pero es difícil saber exactamente cuándo, aunque se apunta que será en otoño de 2021”, añadió Sergio Trujillo, bailarín y coreógrafo de Broadway, estadounidense nacido en Colombia, que recibió en el 2019 el Tony a mejor coreografía por “Ain’t Too Proud”.

“El amor por el teatro nunca va a dejar de existir”, añadió Trujillo quien cree que en “este periodo de inactividad puede que haya fortalecido aún más el deseo por experiencias en primera persona”.

En Italia, se espera que se active hacia el verano “poco a poco se podrá llegar a una reapertura paulatina, aprovechando los espectáculos al aire libre, pero tememos que en todo el 2021 las condiciones de trabajo serán muy difíciles”, según apuntó el presidente de la Asociación Nacional de compañías teatrales ANCRIT, Giuseppe Basilotta.