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El exministro de Hacienda de Chile Felipe Larraín, a quien el presidente Sebastián Piñera le aceptó este lunes su renuncia, dijo que el gobierno no supo entender lo que estaba pasando, en relación con al descontento de una parte de la sociedad que ha desencadenado una ola de protestas en el país.
“Es un momento de reflexión. Ciertamente no hemos sabido y no supimos entender bien, interpretar bien, lo que estaba pasando y en ese sentido uno hace una autrocrítica”, sostuvo a la prensa Larraín, que fue sustituido en la cartera de Hacienda por el economista Ignacio Briones.
El cambio se produjo en el marco de un amplio cambio de gabinete, que incluyó la remodelación de hasta ocho ministerios, ejecutado por Piñera para enfrentar la crisis política y social que vive el país.
“Lo importante es seguir trabajando y yo voy a prestar toda la colaboración al Gobierno y a mi sucesor, y tenemos una gran persona un gran profesional”, comentó Larraín.
“Estoy profundamente agradecido por la confianza que me dio el presidente Piñera. Voy intentar seguir aportando desde otros lugares a mi país”, agregó el exministro.
Larraín es uno de las tres personas de la máxima confianza de Piñera que quedó fuera del Ejecutivo, y ya en el primer gobierno del presidente se encargo de la cartera de Hacienda.
Los otros dos pesos pesados del piñerismo que fueron remozados son el ministro del Interior, Andrés Chadwick (primo de Piñera), y la ministra portavoz, Cecilia Pérez.
Tanto Chadwick como Pérez son parte de la “mesa chica” de confianza de Piñera ya que también se desempeñaron en esos mismos cargos en su primera administración.
Con estos cambios, Piñera busca un gobierno capaz de encauzar las demandas ciudadanas por un país más justo y equitativo, en aspectos como pensiones, educación y salud, entre otras.
La ciudadanía hace estos reclamos desde hace más de una semana en manifestaciones masivas por todo el país, en las que también piden un proceso constituyente y la dimisión del propio Piñera.
Este estallido social está acompañado de algunos focos de violencia, con disturbios, incendios y saqueos que han originado hasta el momento al menos 20 víctimas mortales.