Donald Trump
Donald Trump

El presidente Donald Trump no resiste hablar de las alfombras rojas, los desfiles militares y cenas elegantes con que lo recibieron en su gira reciente por Asia. “Magnífico”, dijo en un tramo del viaje.

Pero Trump todavía no ha mostrado reciprocidad, y es el primer presidente en casi un siglo que culmina su primer año en funciones sin recibir a un mandatario extranjero en Washington con las mismas galas.

El candidato Trump hablaba con desdén de las cenas de estado y criticó al presidente Barack Obama cuando se la brindó a su contraparte chino Xi Jinping en el 2015. Esas visitas, que incluyen una espectacular ceremonia de recepción y una cena de gala en la Casa Blanca, son una herramienta diplomática importante.

“Yo no le daría una cena a Xi", dijo Trump en ese momento. “Le serviría una hamburguesa McDonald's y le diría, pongámonos a trabajar”.

El mes pasado, Xi desenrolló literalmente la alfombra roja. El presidente chino recibió a Trump en Beijing con toda la pompa en lo que fue calificado de “visita de estado con creces”. Trump también realizó visitas de estado a Corea del Sur y Vietnam.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo que no había una “razón única” por la cual Trump aún no ha invitado a nadie a una visita de estado, pero añadió que se espera efectuar una a principios del 2018. Sanders no reveló el menor indicio de quién sería el destinatario de semejante honor diplomático.

Una visita de estado generalmente se ofrece como señal de amistad y para echar luz sobre los lazos estratégicos entre países que son mutuamente importantes, dijo Anita McBride, veterana de tres gobiernos republicanos y jefa de despacho de la primera dama Laura Bush.

Trump suele hablar de sus relaciones con Xi y otros mandatarios extranjeros. Recibió a Xi en su mansión en Florida en abril y le brindó una cena en regla _no una humilde hamburguesa_ y lo que Trump llamó “el más bello trozo de torta de chocolate”.

“El presidente Xi la consumió con gusto”, aseguró.

Trump también ha recibido en la Casa Blanca, a veces para almorzar, a muchos de sus colegas extranjeros. Recientemente dijo que la cifra supera el centenar.

Pero nada se compara con una visita de estado.