Sebastián Piñera, presidente de Chile.  (Foto: AFP)
Sebastián Piñera, presidente de Chile.  (Foto: AFP)

El presidente chileno, , envió hoy al Congreso dos proyectos de ley para concretar una reforma "profunda e integral" del sistema de salud, creado hace casi cuatro décadas por la dictadura de Augusto Pinochet y criticado por los usuarios por sus altos costos.

La reforma de la salud es un nuevo paso en el programa del segundo mandato de Piñera, que también incluye un cambio en las pensiones, otro de los sistemas creados por la dictadura (1973-1990) que sigue vigente pese al rechazo popular.

Los dos proyectos de ley "apuntan a la reforma profunda e integral de nuestro sistema de salud, tanto público como privado (...) para mejorar la oportunidad al acceso, la calidad de la atención, la magnitud de la cobertura y la calidad de la protección financiera", dijo el mandatario conservador al presentar los proyectos.

En el sistema público - que atiende a 14 de los 17 millones de personas que vive en el país- el proyecto busca fortalecer las redes asistenciales, dando libertad a los centros de salud para derivar pacientes de alta complejidad a prestadores privados, y bajar el costo de los medicamentos.

Otros puntos del proyecto destacados por Piñera consisten en ampliar la cobertura para la atención de nuevas enfermedades y eliminar la discriminación por género, permitiendo que hombres y mujeres puedan agregar a su cónyuge a su sistema de salud.

En la salud privada, manejada por Instituciones de Salud Previsional (Isapres), se busca terminar con la discriminación por edad y género que lleva a que mujeres paguen más por el mismo servicio y desechar la "preexistencia", que castiga a los usuarios cuando tienen una enfermedad previa impidiéndoles cambiarse de institución.

En la actualidad, las mujeres en edad fértil pagan hasta tres veces más que los hombres de su misma edad en Isapres, que cubre cerca del 60% del gasto que realiza el paciente.

El anuncio de Piñera se conoce en la antesala de un fuerte ajuste al alza anunciado por las Isapres.

Ambos proyectos se discutirán en un Congreso en el que el gobierno carece de mayoría absoluta, lo que promete una intensa discusión y un resultado incierto.