Países Bajos apuesta por la movilidad eléctrica

Oslo, la capital de Noruega, es la ciudad más cara del mundo para tomarse una cerveza.

Cerca de  US$ 9.90 pagan los noruegos por un vaso de medio litro, según un informe del Deutsche Bank.

Si a esto le sumas que una cena para dos personas cuesta, de media, US$ 63, entenderás que Noruega tenga el sexto Producto Interno Bruto (PIB) per cápita del mundo (US$ 71.816), según datos del Fondo Monetario Internacional.

Por el contrario, lo que seguramente te resultará sorprendente es lo barato que resulta comprar un vehículo eléctrico en el país escandinavo.

Al menos, en comparación con lo que cuestan los autos propulsados por combustibles fósiles, cuya importación está gravada con altos impuestos.

Con una cuota de mercado superior al 33%, Noruega es el país con mayor número de autos eléctricos per cápita del mundo.

Y es que, a pesar de ser un país productor de petróleo (40% del PIB), el gobierno noruego es consciente de que las energías limpias son el futuro.

En la lista de países que apuestan por la energía eléctrica en el sector automotriz le siguen en el ranking de cuotas de mercado: Islandia (9.1%), Suecia (4.2%), Suiza (2.3%), Bélgica (2.1%), Finlandia (1.9%), Austria (1.7%), Reino Unido (1.7%), Francia (1.6%) y Holanda (1.6%).