El 5 de enero, los leales de Maduro, con la ayuda de la Guardia Nacional, frustraron la reelección de Guaidó como jefe del Congreso al bloquear a legisladores de la oposición en la asamblea legislativa. / AFP / Cristian Hernandez
El 5 de enero, los leales de Maduro, con la ayuda de la Guardia Nacional, frustraron la reelección de Guaidó como jefe del Congreso al bloquear a legisladores de la oposición en la asamblea legislativa. / AFP / Cristian Hernandez

Hace meses que la política venezolana está atrapada en un punto muerto tóxico. Dos hombres reclaman la misma posición: el presidente interino designado por el Congreso, Juan Guaidó, apoyado por el pueblo, y el jefe de Estado de facto, Nicolás Maduro, apoyado por las armas.