Foto 12 | Gracias a este desarrollo, denominado Content ID, la plataforma de Google permite que los propietarios de derechos de autor los gestionen de forma que puedan decidir sobre el uso de sus obras por parte de terceros. En el caso de la música, las discográficas pueden obtener ingresos de la explotación de vídeos en los que los usuarios han incluido una canción de su catálogo para sus contenidos caseros, lo que supone ampliar el número de espacios monetizables mucho más allá de los propios vídeos oficiales de los artistas. (Foto: Pixabay)
Foto 12 | Gracias a este desarrollo, denominado Content ID, la plataforma de Google permite que los propietarios de derechos de autor los gestionen de forma que puedan decidir sobre el uso de sus obras por parte de terceros. En el caso de la música, las discográficas pueden obtener ingresos de la explotación de vídeos en los que los usuarios han incluido una canción de su catálogo para sus contenidos caseros, lo que supone ampliar el número de espacios monetizables mucho más allá de los propios vídeos oficiales de los artistas. (Foto: Pixabay)

Por Alex Pigman

Los gigantes de internet, así como los militantes de la libertad en la web, se oponen a la reforma de los derechos de autor, sobre la que la Eurocámara debe pronunciarse el miércoles, defendiendo los "beneficios" de las plataformas digitales.

Siada el Ramly, directora general de la asociación que defiende los intereses de las plataformas en línea en Bruselas EDiMA, explica el porqué.

¿Las plataformas en línea no deberían remunerar a los editores de prensa por las informaciones que utilizan?

Estoy de acuerdo completamente en que las plataformas en línea tienen un papel que desempeñar... Esto no significa obligatoriamente que la única manera de avanzar sea un impuesto a los 'snippets' [Pequeños extractos de artículos que aparecen en los motores de búsqueda, NDLR].

Hemos vistos dos ejemplos de instauración de derechos afines en España y en Alemania, que no han tenido éxito. En España, esto tuvo un impacto negativo en los pequeños medios de comunicación. Hemos visto pequeños editores de prensa cerrar porque no podían utilizar agregadores de información [como Google News, NDLR].

En Alemania, no ha tenido un impacto positivo ya sea porque no ha permitido crear realmente nuevas fuentes de ingresos o porque tampoco ha apoyado a los medios de comunicación en su conjunto. Por tanto, no pensamos que esto sea una solución.

¿No es necesario obligar a los grandes grupos del sector digital a controlar las eventuales violaciones de derechos de autor?

Hablemos claramente. Si las plataformas tienen la obligación de garantizar que un contenido protegido no aparezca, todo lo que pueda percibirse como una violación de derechos de autor se suprimirá. Por ejemplo, si hago un vídeo del espectáculo de danza de mi hija y que hay música de fondo, todo el vídeo deberá retirarse de la plataforma al que se subió.

Lo que es realmente lamentable es que el debate se haya presentado como una oposición entre creadores, de un lado, y gigantes digitales, del otro. Esto no es así. Cientos de académicos vinieron de diferentes instituciones y hablaron sobre las implicaciones que tendrá la nueva directiva. En realidad, hay artistas a ambos lados con opiniones diferentes.

De hecho, ¿el problema no es finalmente que Google y Facebook son demasiado poderosos?

Sinceramente, esto no tiene mucho que ver con el fondo del problema, con las verdaderas cuestiones. Europa y la industria europea se han beneficiado mucho de las plataformas. Las tecnologías de la información permiten la diversidad cultural en línea para que los consumidores europeos tengan más donde elegir.

Nos gustaría que esto continuara, no sólo para las grandes empresas estadounidenses, sino también para las más pequeñas, que tenemos entre nuestros miembros, entre ellos plataformas europeas.