El gobierno, que tiene la responsabilidad primaria de garantizar el acceso a alimentos, “está violando sus obligaciones de derechos humanos debido a sus fallidas políticas económicas y agrícolas”. (Foto: EFE)
El gobierno, que tiene la responsabilidad primaria de garantizar el acceso a alimentos, “está violando sus obligaciones de derechos humanos debido a sus fallidas políticas económicas y agrícolas”. (Foto: EFE)

La inseguridad alimenticia en “está en un nivel alarmante” y 11 millones de norcoreanos _casi la mitad de la población_ sufren de desnutrición, dijo el relator especial de las sobre derechos humanos en el país asiático.

El argentino Tomás Ojea Quintana dijo a la comisión sobre derechos humanos de la Asamblea General que se calcula que unos 140,000 niños sufren de “desnutrición”, incluyendo 30,000 que “enfrentan un elevado riesgo de muerte”.

Quintana dijo que el gobierno, que tiene la responsabilidad primaria de garantizar el acceso a alimentos, “está violando sus obligaciones de derechos humanos debido a sus fallidas políticas económicas y agrícolas”.

Añadió que las “condiciones climáticas, tierras infértiles, desastres naturales y el impacto negativo de las sanciones han contribuido al deterioro de la seguridad alimentaria”.

A grandes rasgos, Ojea Quintana señaló que no ha visto mejoría en la situación de derechos humanos en Corea del Norte durante sus tres años como relator especial en el país.

“Los recursos económicos del país están siendo desviados lejos de las necesidades esenciales del pueblo”, comentó. “La discriminación generalizada en el sistema de distribución pública significa que los ciudadanos ordinarios, en especial los granjeros y residentes de zonas rurales, no han recibido ración alguna”.

Quintana también dijo que la agricultura colectiva y el no permitir que los granjeros se beneficien de las parcelas individuales empeoran aún más la seguridad alimenticia.

“Al mismo tiempo, el gobierno no ha implementado condiciones en las que la gente pueda participar de manera segura en el comercio e intercambio de productos sin enfrentar una posible criminalización, extorsión y otros abusos”, declaró. Sin embargo, añadió, la gran mayoría de los norcoreanos “ahora forman parte de dichas actividades mercantiles para sobrevivir”.