En el 2019, los ingresos del turismo mundial alcanzaron US$ 1.48 billones, antes de reducirse a casi un tercio un año después a causa de la pandemia. (Foto: iStock)
En el 2019, los ingresos del turismo mundial alcanzaron US$ 1.48 billones, antes de reducirse a casi un tercio un año después a causa de la pandemia. (Foto: iStock)

Pese a la guerra en Ucrania y las restricciones de viajes todavía en vigor por el COVID-19, el turismo mundial continúa su recuperación, sobre todo en Europa y América, aunque sin recuperar su nivel anterior a la pandemia.

Los turistas parten cada vez más de vacaciones al extranjero y su número aumentó un 130% en enero del 2022 respecto al mismo período del 2021, según las últimas cifras de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

Esto representa 18 millones de viajeros internacionales más a nivel mundial, “es decir el equivalente al aumento total registrado en todo el 2021″, según esta agencia especializada de la ONU con sede en Madrid.

En el 2019, los ingresos del turismo mundial alcanzaron US$ 1.48 billones, antes de reducirse a casi un tercio un año después a causa de la pandemia.

Aunque el inicio del año confirma la tendencia positiva iniciada en el 2021, la variante ómicron frenó recientemente el impulso y los viajes internacionales en enero del 2022 fueron todavía un 67% inferiores al período antes de la pandemia.

El repunte de pasajeros, respecto a los bajos niveles del 2021, afecta a todas las regiones del mundo, pero se ve sobre todo en Europa (tres veces más) y en América (dos veces más). Oriente Medio también registró un aumento de 89% y África de 51%, aunque están muy lejos de las cifras prepandemia, según la OMT.

En cambio, en la región Asia-Pacífico, donde varios destinos están cerrados, la llegada de turistas internacionales era en enero un 93% inferior al 2019.

Nuevas tendencias

El segundo trimestre del 2022 se anuncia no obstante “más prometedor que el primero para los viajes internacionales en el mundo”, según el gabinete ForwardKeys.

Para las vacaciones de verano en el hemisferio norte, el sol y el mar del Caribe y América Latina son especialmente populares.

El turismo ecológico de Costa Rica, el arqueológico en Perú o el tradicional carnaval de Brasil están de hecho adaptando su estrategia a la nueva era pospandemia.

La ciudadela inca de Machu Picchu, joya del turismo peruano, estuvo cerrada durante ocho meses. Reabrió en noviembre del 2020, pero ahora opera con aforo reducido, y no solo por razones sanitarias.

“Por temor a que se afecte” el sitio arqueológico se redujo la cantidad diaria de visitantes, explicó el jefe de la ciudadela, José Bastante.

El último mes ingresaron 2,500 visitantes al día, aunque lo permitido es de 3,000. En el 2019 la ciudadela recibió 1.5 millones de visitantes, pero en el 2022 difícilmente superará el millón. En el 2021 fueron 447,000.

A su propuesta de turismo “verde”, Costa Rica apuesta ahora al “nómade”, característico de millenials trabajadores y prestadores remotos de servicios de carácter internacional.

Un 64.5% de los turistas proviene de Estados Unidos, por lo que también espera que se restablezca este año la categoría 2 en cuanto a recomendaciones de viaje por parte del gobierno de ese país.

Brasil vivió el mes pasado una semana de fiesta con un atípico carnaval fuera de época, un alivio para el sector turístico en ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo, donde las tradicionales escuelas de samba volvieron a desfilar tras el parate pandémico.

La empresa de turismo oficial, Embratur, enfocará el segundo semestre en atraer a visitantes extranjeros, con campañas en Europa y América Latina, y también intentará aprovechar la visibilidad de la Copa del Mundo en Qatar para promocionar Brasil como un destino “interesante y seguro”.

Progresión en Europa

En Europa, Francia, España, Portugal, Grecia e Islandia despegan como destinos, aunque no se llenan de turistas como antes del COVID-19.

Pero a Francia le va bien: los turistas vuelven y gastan. Los ingresos del turismo internacional en febrero “se acercaron a los del 2019″, a unos 2,700 millones de euros (US$ 2,850 millones), según el ministro de Turismo, Jean-Baptiste Lemoyne.

Este sector en Francia representaba en el 2019 antes de la pandemia 7.5% del Producto Bruto Interno (PBI) y 9.5% de los empleos. Según Lemoyne, el país sigue “muy bien posicionado” como destino “número uno de los viajes en Europa para estadounidenses, belgas, italianos y españoles”.

Sin embargo, Didier Arino, director de gabinete especializado Protourisme, advirtió que en un contexto de inflación elevada, “los actores aumentan todos los precios” y “se está llegando al límite de lo que es aceptable para buena parte de clientes”.

En España, “mes a mes se sigue consolidando la recuperación del turismo”, destacó recientemente la ministra española de Turismo, Reyes Maroto, quien afirmó que los indicadores permiten ser “optimistas” de cara a la temporada alta del 2022.

España multiplicó por ocho el número de turistas que la visitaron en el primer trimestre del 2022 respecto al mismo periodo del año pasado, gracias al regreso sobre todo de los británicos tras dos años de crisis sanitaria, según los datos oficiales.

Solo en el mes de marzo, el país recibió cuatro millones de visitantes (491,000 en marzo del 2021). Sin embargo, sigue muy lejos de los niveles previos a la pandemia, ya que la cifra de marzo representa un 71% de la registrada en el mismo mes del 2019.