(Foto: Difusión)
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Los países más desfavorecidos podrán tener acceso a 120 millones de pruebas de diagnóstico de rápidas y poco costosas en los próximos seis meses para ayudarles a combatir la , prometieron la y sus socios, con la condición de encontrar fondos.

“Tenemos un acuerdo, tenemos un principio de financiación y ahora necesitamos el importe total para poder comprar estos test”, declaró el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Cada prueba cuesta US$ 5 (4 euros), pero tanto la OMS como sus socios señalaron que el precio deberá bajar más.

Estos test rápidos “dan resultados en aproximadamente 15 y 30 minutos, en lugar de varias horas, incluso varios días, por un precio menos elevado y con un equipo menos sofisticado”, subrayó Ghebreyesus.

“No son la panacea” porque son algo menos precisos que los test llamados PCR (prueba nasofaríngea), reconoció Peter Sands, el director del Fondo Mundial de la lucha contra el Sida, la malaria y la tuberculosis, que añadió a la lista el COVID-19.

Pero “esto permitirá a los países con ingresos bajos y medios llenar la gigantesca brecha que separa a los países ricos de los países pobres en materia de test”, indicó.

El Fondo Mundial aportará US$ 50 millones (42 millones de euros).

El retraso en cuanto a las pruebas del es importante, incluso si son consideradas como una herramienta indispensable para controlar la pandemia.

Mientras que los países ricos realizan una media de 292 test por cada 100,000 habitantes, los países con bajos ingresos y medios hacen 61 y los países pobres, 14.

Sands destacó igualmente que 120 millones de pruebas sólo son suficientes para dos semanas. El primer pedido debe hacerse esta semana, precisó.

La pandemia se ha cobrado más de un millón de vidas en el mundo desde que apareció en China a finales del 2019, y contagió a al menos 33 millones de personas.