Travelers wear face masks as they walk outside a train station in Yichang in southern China's Hubei province, Tuesday, Jan. 21, 2020. Face masks sold out and temperature checks at airports and train stations became the new norm as China strove Tuesday to control the outbreak of a new virus that has reached four other countries and territories and threatens to spread further during the Lunar New Year travel rush. (Chinatopix via AP)
Travelers wear face masks as they walk outside a train station in Yichang in southern China's Hubei province, Tuesday, Jan. 21, 2020. Face masks sold out and temperature checks at airports and train stations became the new norm as China strove Tuesday to control the outbreak of a new virus that has reached four other countries and territories and threatens to spread further during the Lunar New Year travel rush. (Chinatopix via AP)

La enfermedad viral que ha infectado a centenares de personas no es una aún, aseguró la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La emitió su evaluación luego que las autoridades chinas anunciaron el cierre de tres ciudades y cancelaron eventos importantes en Beijing, la capital, durante el período feriado del Nuevo Año Lunar para tratar de contener el virus, una nueva variante del coronavirus.

En Ginebra, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que aunque el brote claramente es una emergencia en China, “no se ha vuelto aún una emergencia global de salud. Pudiera convertirse en una”.

La decisión "no debería ser tomada como un indicio de que la OMS no piensa que la situación es grave o que no nos la tomamos en serio. Nada pudiera estar más lejos de la verdad", dijo el director general Tedros Adhanom Ghebreyesus. "La OMS está monitoreando el brote cada minuto de cada día".

La agencia de salud de la ONU tomó su decisión luego que expertos independientes pasaron dos días evaluando información sobre la diseminación del virus.

"Es demasiado pronto para considerar esto una emergencia de salud pública de nivel internacional", dijo Didier Houssin, jefe del panel asesor de emergencias y apuntó que el comité estaba "muy dividido, casi 50-50".

La OMS define una emergencia global de salud como “un evento extraordinario” que constituye un riesgo para otros países y requiere una respuesta internacional coordinada. Previas emergencias globales de salud han sido declaradas por la emergencia del virus de zika en las Américas, la pandemia de influenza porcina y la polio.

Una declaración de emergencia global usualmente libera más fondos y recursos, pero también hace que los gobiernos restrinjan viajes y comercio con países afectados. Por ello, decidir si un brote representa una crisis internacional está cargado de consideraciones políticas.

En el 2014, la OMS se resistió a declarar la epidemia de ébola en África Occidental una emergencia global porque temía que ello enfurecería a Guinea, Liberia y Sierra León.

En Ginebra, Houssin indicó que la posición de China sobre el brote fue un factor en la decisión del jueves.

"La percepción de esta declaración por la comunidad internacional, en el país más afectado, por las personas que batallan el virus, tiene que ser considerada", dijo.

Centenares de personas han sido infectadas por el nuevo virus en China y 17 han muerto. Los primeros casos aparecieron el mes pasado en Wuhan.

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