Las obras contemporáneas siguen reforzando su peso en el mercado del arte, cuyo éxito se explica en parte en que sus artistas abordan cada vez más los asuntos que preocupan a la sociedad, según el informe anual de .

Aunque el arte moderno (artistas nacidos entre 1860-1920) se mantiene como líder indiscutible del sector, el contemporáneo (nacidos a partir de 1945) registró una importante alza de su volumen de negocios de 19% entre julio del 2017 y junio del 2018, hasta US$ 1,800 millones.

Según este estudio anual, el número de lotes vendidos aumentó en ese periodo de 17%, con 66,850 adjudicaciones.

Los precios del arte contemporáneo progresaron 18.5%, indicó Artprice, líder mundial de bancos de datos sobre los índices de cotización del arte.

Así, el precio medio de una obra contemporánea en una subasta pasó de US$ 8,400 durante el cambio de siglo a US$ 28,000 hoy en día.

Los tres artistas contemporáneos que más vendieron son: Jean-Michel Basquiat (US$ 256 millones), el escocés Peter Doig (US$ 101 millones) y el italiano Rudolf Stingel (US$ 52 millones).

La repartición de las ventas por periodos de creación es la siguiente: el arte moderno (47%), el arte de posguerra (21%), el contemporáneo (12%) y los maestros de la Antigüedad y del siglo XIX (cada uno con 10%).

Frente a los productos de masa
¿Cuáles son los motivos de esta consolidación del arte contemporáneo, que se registra en los cinco continentes?

Primeramente, el arte contemporáneo "volvió a poner los pies en la Tierra, dialoga con su tiempo y como en los años 1960, toma posición sobre asuntos de actualidad", dijo Thierry Ehrmann, presidente de Artprice.

Además, las galerías son conscientes de que la diversificación de una colección es primordial y "los artistas muchas veces autolimitan su producción", para no sabotearse a sí mismos si crean demasiadas obras, según este experto.

Otro factor: el arte contemporáneo trabaja cada vez más con las tecnologías punta de la industria, como las impresoras 3D, las nanopartículas, etc.

Finalmente, frente a la "uniformización de los productos de masa, la obra de arte permanece singular" y el museo se convierte en "la catedral del siglo XXI, donde las nuevas generaciones vienen a buscar algo sagrado que la sociedad perdió".

Apogeo chino
Por otro lado, la escalada de los artistas chinos es espectacular. Liderados por Chen Yifei, Zhang Xiaogang y Zeng Franzhi, la "gran China" (Hong Kong y Taiwán incluidos) supone US$ 480 millones, es decir, más de una cuarta parte del mercado (26%).

China "cuenta con un millón de artistas contemporáneos que solo viven de sus obras. Su número, su calidad y su sentido agudo de la crítica les está llevando a liderar el mercado", según Ehrmann.