(Video: EFE)

El Gobierno de presentó la nueva sede de sus laboratorios para la medición de la contaminación del aire, convencido de mejorar así la salud medioambiental del país y generar mejores políticas públicas.

Con motivo del Día Mundial del Medioambiente que se celebró el 5 de junio, la directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), María Amparo Martínez Arroyo, desveló la placa conmemorativa y festejó la remodelación de estos laboratorios asegurando que serán "referencia para medir contaminantes ambientales".

Son un total de 12 laboratorios únicos en el país y cinco unidades móviles los que componen los llamados Laboratorios de Referencia e Investigación del INECC.

Estos miden distintos contaminantes atmosféricos a fin de mejorar la toma de decisiones ante la crisis climática que se vive a nivel global.

"Por fin, después de muchos esfuerzos y que pensamos que no se iba a poder lograr, ya tenemos los laboratorios en pie trabajando y puestos al servicio del país", celebró Martínez Arroyo.

Los laboratorios son la referencia para la medición nacional de ozono, así como medición de partículas.

"Hemos iniciado en el carbono negro, que como saben es uno de los contaminantes que en los países en desarrollo más tiene que ver con los problemas de salud y que más influye en calentamiento global", aseguró.

Por su parte, el recién nombrado ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Toledo, celebró tener esta tecnología, "que es de punta y está con los estándares internacionales".

Su objetivo, consideró Toledo, es "ofrecer sus servicios para detectar muchísimos elementos claves para emitir nuevas leyes, nuevas normas".

Las instalaciones, ubicadas en el sur de la capital mexicana, lucen un aspecto aséptico, con paredes blancas y compuertas de cristal que separan las diferentes unidades de trabajo, apreció Efe durante el recorrido por el espacio.

Al entrar destaca la sala de recepción de muestras, un lugar con congeladores y refrigeradores donde se conservan las muestras orgánicas recolectadas en campo.

Que la muestra se congele o se refrigere depende del tiempo que se vaya a emplear en analizarla, explicó durante el recorrido la directora de los laboratorios, Valia Goytia.

Cerca se ubica el llamado "cuarto caliente", otra sala con hornos de altas temperaturas que sirve "para preparar medios de muestreo, para secar reactivos o preparar material que tiene que estar limpio".

Destaca también el área de cromatografía, donde "se analizan con varias técnicas la cromatografía de gases y de líquidos, aquellos compuestos semivolátiles como plaguicidas, herbicidas, hidrocarburos cíclicos y otros".

"Dependiendo del objetivo del estudio pueden cuantificarse todas esas sustancias extrañas al medioambiente", aseguró la científica, aclarando que no importa cuán pequeña sea la cantidad de sustancias.

Al lado, también en el área de cromatografía, otro cromatógrafo sirve para medir los llamados "carbonilos, que son precursores de ozono".

Por último, afuera del recinto se encuentran las unidades móviles con sensores remotos.

Estos vehículos sirven para monitorear contaminantes, criterios, compuestos orgánicos volátiles y de medición de los perfiles atmosféricos para la determinación de las variables meteorológicas.

El INECC espera que con esta tecnología puedan desarrollarse protocolos, normas y procedimientos armonizados en materia de análisis y calibración de equipos de medición de contaminantes atmosféricos y residuos peligrosos.

Asimismo, espera soportar técnica y meteorológicamente los Sistemas de Monitoreo de Calidad del Aire.

En particular en la Ciudad de México, la calidad del aire es un tema de rabiosa actualidad por la gran cantidad de partículas tóxicas que se concentran en el ambiente.

Esto ha llevado al gobierno capitalino a tomar medidas más severas luego de la última crisis medioambiental, que sumió la ciudad en una espesa capa de contaminación.

Ahora, con estos laboratorios que operan a nivel nacional, se esperan encontrar nuevas formas de atajar el problema.