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Los inversionistas en México acostumbrados a ver cómo fluctuaban los precios de los activos por las declaraciones de tienen cinco meses más de lo mismo.

El inusualmente largo período del país entre las elecciones y la transición del poder significa que los operadores estarán obsesionados sobre los discursos a menudo contradictorios del próximo presidente, sin la capacidad de ver cuáles serán las políticas que adoptará hasta su inauguración el 1 de diciembre.

Esa dinámica se sumará a la volatilidad de los mercados mexicanos, que registraron bajas moderadas después que López Obrador registrara una victoria decisiva el domingo que también llevará a muchos de sus aliados al Congreso.

Los inversionistas necesitan entender si el líder izquierdista procederá con las medidas contrarias al mercado que presentó durante su campaña, como detener un proyecto aeroportuario de US$ 13,000 millones e impulsar un agresivo gasto social, o si buscará un enfoque más equilibrado.

Este último proporcionaría alivio para los activos mexicanos que han registrado una venta generalizada en los últimos meses.

"El sesgo será que el peso retroceda a 21 por dólar", dijo Alvise Marino, estratega de Credit Suisse en Nueva York, y agregó que su pronóstico asume que el panorama mundial seguirá dando poco soporte a los mercados emergentes. Dice que la respuesta del mercado será "menos cómoda" si su partido Morena y sus aliados obtienen una mayoría en el Congreso.

La coalición de López Obrador parece preparada para controlar ambas cámaras del Congreso, de acuerdo con una proyección. Con la mitad de los votos contados, está en camino de ganar más de tres quintos de los escaños en la cámara baja y 70 de 128 en el Senado, aunque los resultados finales en algunas de esas disputas aún podrían demorar varios días.

Los inversionistas en deberían permanecer cautelosos, ya que abundan los riesgos, escribió en una nota Esteban Polidura, estratega de activos múltiples de UBS AG.

"Nuestra perspectiva en el mediano plazo sigue siendo cauteloso", dijo Polidura. "La mayoría de los miembros potenciales del gabinete de AMLO tienen una experiencia limitada en el sector público y podrían tener una curva de aprendizaje más larga de lo habitual que podría pesar sobre el crecimiento económico".

Por ahora, los operadores ven una fuerte venta masiva o un repunte rápido como poco probable. Las acciones cayeron en el segundo trimestre y el peso se debilitó ante las encuestas que mostraban a López Obrador destinado a la victoria, por lo que su elección ya ha sido incorporada en los precios.

Mientras los optimistas han sugerido que la formulación de políticas del próximo presidente no será tan radical como sus discursos, que a menudo critica los abusos del capitalismo, todo es una conjetura hasta que realmente asuma el cargo.

Las principales áreas de preocupación son las promesas de López Obrador de aumentar el gasto social, si intentará fomentar la inversión extranjera en la industria energética y su postura hacia el comercio con EE.UU. Algunos inversores temen que se revierta la privatización del sector energético y que el gasto para ayudar a los pobres aumente la deuda del país.

Los activos mexicanos cayeron el lunes junto con los de mercados emergentes. El peso se debilitó 0.7% a 20.0567 por dólar, mientras que el índice de acciones Mexbol cayó 1.8%.

"Durante el período de transición, los mercados financieros podrían volverse inusualmente volátiles y nerviosos", escribió Jaime Reusche, analista de Moody’s Investors Service, en una nota.

Un riesgo clave es la posibilidad de que "la incertidumbre en torno a la agenda de política económica de la administración entrante socave la percepción empresarial, perjudicando la inversión y las perspectivas de crecimiento".

En un discurso de victoria después de la elección, el hombre de 64 años adoptó un tono unificador al decir que su gobierno dará preferencia a los pobres. Carlos Urzúa, que es el escogido para ocupar la Secretaría de Hacienda, dijo que la nueva administración será fiscalmente responsable y que respetará la autonomía del banco central y permitirá que el peso se negocie libremente.

"Los primeros indicios de AMLO son bastante alentadores", escribió en un informe Edward Glossop, economista de Capital Economics con sede en Londres. "Más allá del muy corto plazo, sin embargo, vale la pena advertir que todavía tenemos poca claridad sobre las políticas económicas de AMLO".

Mohamed A. El-Erian, el principal asesor económico de Allianz SE, escribió en una columna que los inversionistas tenían razón al responder con relativa calma, pero que no deberían volverse complacientes.

Los activos mexicanos "seguirán siendo sensibles a las incertidumbres sobre sus relaciones comerciales con EE.UU., al retroceso de la liquidez global y a la efectividad limitada de las instituciones multilaterales para influir en la política económica", escribió El-Erian.

Para algunos, el alivio de haberse completado las elecciones y una reacción tranquila del mercado son suficientes para crear una oportunidad de compra. Bulltick está recomendando a los inversionistas tener posiciones largas en el peso a 20 por dólar. Otros están en el modo de esperar y ver.

"AMLO ha tenido declaraciones que van desde lo pragmático a lo incendiario, por lo que será interesante ver qué faceta de su personalidad prevalece cuando esté en el poder", dijo Dirk Schnitker, jefe de ventas de acciones de América Latina de Auerbach Grayson.