Pese a la molestia del gremio mexicano, que denunció discriminación, el número de doctores cubanos palidece frente a los 135,046 especialistas y 33,832 médicos generales que hacen falta en el país, según estimaciones del gobierno. Foto: Hérika Martínez AFP/Archivos
Pese a la molestia del gremio mexicano, que denunció discriminación, el número de doctores cubanos palidece frente a los 135,046 especialistas y 33,832 médicos generales que hacen falta en el país, según estimaciones del gobierno. Foto: Hérika Martínez AFP/Archivos

La decisión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de contratar a 500 médicos cubanos generó el rechazo de sus colegas locales y develó la fragilidad de zonas empobrecidas y remotas, donde el déficit de personal golpea con especial rigor.

Pese a la molestia del gremio mexicano, que denunció discriminación, el número de doctores cubanos palidece frente a los 135,046 especialistas y 33,832 médicos generales que hacen falta en el país, según estimaciones del gobierno.

México, de 126 millones de habitantes, ya había recibido hace dos años, como otros países, otra brigada de casi 600 médicos cubanos para atender la pandemia de COVID-19. Esas misiones representan la mayor fuente de divisas de la isla (US$ 3,997 millones en el 2020).

La nueva contratación, destinada a áreas sin cobertura, fue pactada entre López Obrador y su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, durante una visita del mandatario mexicano a La Habana en mayo.

“En nuestro país sí hay médicos con capacidad avalada, algunos de ellos desempleados o empleados eventualmente con salarios muy bajos o en zonas de inseguridad extrema”, aseguraron varias federaciones, asociaciones y colegios médicos en una declaración.

No obstante, esos profesionales coinciden con López Obrador en que la atención en salud está centralizada en los estados más poblados y de mayores ingresos.

“En el resto, y más aún en los poblados alejados, no hay acceso a servicios de salud”, dice el doctor Giorgio Franyuti, director de la ONG Medical Impact, que realiza brigadas médicas en poblaciones apartadas.

En el 2018, un estudio de Coneval, organismo oficial que evalúa las políticas de desarrollo en México, reveló que solo el 1.5% de las 4,571 unidades de hospitalización estaban en zonas rurales.

López Obrador atribuye el déficit de personal al desinterés por servir en comunidades distantes, así como a políticas que -según él- convirtieron el estudio de la medicina y el acceso a la salud en un negocio.

“Cirujano sin quirófano”

Aduciendo un alto desempleo en el sector, varios médicos consultados por la AFP ven innecesaria la contratación de extranjeros.

“Hay muchos médicos desempleados, especialistas o médicos generales, que no tienen espacios suficientes ni adecuados para desarrollar la profesión”, asegura Juan Luis Salgado, vicepresidente del Colegio de Medicina Interna de México.

Tras los reclamos, que López Obrador atribuye a cuestiones “ideológicas”, el gobierno anunció la contratación extraordinaria de 14,323 especialistas con estímulos salariales.

Pero no hubo candidatos para 7,360 de esas vacantes; las restantes recibieron al menos una postulación, según el gobierno. Un especialista gana entre US$ 1,900 y US$ 2,500 mensuales en el sistema público.

Las federaciones y colegios médicos sostienen que la deserción obedeció a la premura de la convocatoria y a falta de información sobre “condiciones de traslado, temporalidad y seguridad para el candidato y su familia”, según un comunicado.

Salgado apunta además que varias regiones carecen de la infraestructura necesaria. “¡Imagínese un cirujano sin quirófano!”, dice.

Su colega Areli Pérez señala también que en sectores de difícil acceso escasean los insumos. “Si no llegan, el centro de salud simplemente no abre”.

Zonas de peligro

Adicionalmente, en pueblos de estados como Sonora o Tamaulipas (norte) el personal de salud debe lidiar con la presencia del crimen organizado.

Esa situación “impide que servicios básicos lleguen a estas zonas porque pone en peligro tu vida”, argumenta Franyuti.

Asimismo, en algunas áreas rurales los médicos deben enfrentarse ocasionalmente a agresiones de pobladores. “Te quieren forzar a hacer verdaderos milagros, porque las personas llegan en muy mal estado”, afirma Salgado.

Uno de los casos de violencia más sonados fue el de la doctora Mariana Sánchez, asesinada en la comunidad de Ocosingo (estado de Chiapas, sur) en enero del 2021, tras denunciar haber sido abusada sexualmente por un compañero de trabajo.

Por ello, los médicos consideran que las ofertas laborales para esas zonas deben ir acorde con el riesgo que representan.

López Obrador adelantó que los doctores cubanos ganarán tanto como los mexicanos y que no se inmiscuye en la forma que La Habana distribuye los sueldos, ante denuncias de opositores de que el gobierno cubano explota a esos profesionales.