Foto: EFE
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La Cámara de Diputados de Chile rechazó ayer un polémico proyecto para autorizar el retiro anticipado, masivo y sin condiciones del 10% de los fondos privados de pensiones, decisión que supone una victoria agridulce para el Gobierno de Gabriel Boric, quien apostó por una retirada acotada que también fue negada por los parlamentarios.

Por 70 votos a favor, 70 en contra y 12 abstenciones, el retiro masivo de los fondos privados -conocido popularmente como el “quinto retiro” porque el Parlamento ya aprobó tres anteriores y rechazo un cuarto- se quedó lejos de los 93 votos que necesitaba para seguir su tramitación parlamentaria.

El Gobierno se había opuesto frontalmente al retiro incondicional bajo el argumento de que aumentaría la liquidez e impactaría negativamente sobre la inflación, que podría acumular un crecimiento del 16 % a 12 meses en septiembre, según sus cálculos.

Para tratar de frenarlo, el Ejecutivo presentó otro proyecto de ley que permitía un retiro solo para el pago de deudas y pensiones alimenticias, aunque el Parlamento lo rechazó también este lunes por 68 a favor, 83 en contra y una abstención.

-Más de US$ 55,000 millones-

”Creo que los argumentos que pusimos sobre la mesa (para pedir el rechazo del retiro masivo) fueron comprendidos por los parlamentarios y creo que se entendió que este era un escenario distinto al del primer retiro y las oportunidades anteriores”, dijo el ministro de Hacienda, Mario Marcel.

”El daño (de un nuevo retiro) habría sido mucho mayor que cualquier beneficio puntual que hubiera generado para determinadas personas”, agregó.

Los tres retiros de los fondos de pensiones fueron aprobados por gran mayoría en 2020 y 2021, en los momentos más duros de la pandemia, y concebidos para paliar la situación de la mellada clase media ante la insatisfacción de las ayudas sociales.

Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las cuestionadas entidades privadas que gestionan esos fondos, desembolsaron más de US$ 55,000 millones, lo que desató el consumo e impactó en la inflación.

Chile cerró 2021 con una inflación que alcanzó el 7.2%, la más alta en 14 años, lo que está llevando al Banco Central a tomar medidas inéditas y retirar rápidamente el estimulo monetario que aplicó con el inicio de la pandemia, en marzo de 2020.

El emisor subió a finales de marzo al 7.5% la tasa de interés referencial, que hace dos años estaba en el mínimo histórico del 0.5%.

”Esto no es un ‘reality’ donde nos preocupamos de quién es el ganador o perdedor de la noche, acá está en juego el bienestar de las chilenas y los chilenos”, apuntó Marcel, quien antes de asumir el Ministerio de Hacienda fue presidente del Banco Central y se opuso a los otros retiros.

-Alternativas latentes-

El “quinto retiro” fue descartado definitivamente, pero el proyecto alternativo aún puede tener recorrido parlamentario si el Gobierno “insiste” y recurre a la prerrogativa de presentarlo al Senado que le concede el hecho de que sea una iniciativa presidencial, una decisión que aún está en el aire.

El Gobierno pensaba que contaba con los 78 votos suficientes para aprobar su retiro alternativo, pero a última hora se desmarcaron diputados de la coalición oficial, integrada por el Frente Amplio, el Partido Comunista y las formaciones de la centroizquierda tradicional.

”Los mismos que aprobaron en la Comisión de Trabajo, terminaron rechazando en la Sala, es difícil de entender”, espetó por su parte Giorgio Jackson, mano derecha del presidente Gabriel Boric y ministro de la Secretaría General de la Presidencia, encargada de las relaciones con el Parlamento.

Expertos interpretan el rechazo a la iniciativa del Gobierno como un fracaso del Ejecutivo, que no logró cuadrar al oficialismo, aunque sí aglutinó votos de la derecha.

”Sigue siendo una prioridad apuntar a resolver sus problemas, generar soluciones que sean sostenibles en el tiempo, que sean viables y que no terminen repercutiendo y haciéndole pagar un costo innecesario”, concluyó Marcel en una rueda de prensa tras la votación, que se extendió durante más de ocho horas.

Además de ayudar a capear la crisis económica, el apoyo a los retiros esconde un profundo rechazo al sistema privado de pensiones de Chile, pionero en la capitalización individual en Latinoamérica y criticado por haber sido implantado en la dictadura y por las bajas jubilaciones que otorga.

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