Bruselas.- La Comisión Europea propondrá este año legislación para armonizar los cargadores para teléfonos móviles y dispositivos similares en toda la Unión Europea, algo que reclaman desde hace años las organizaciones de consumidores pero que genera reticencias en la industria, sobre todo de la estadounidense Apple.

La propuesta llegaría en el tercer trimestre del año, según el programa de trabajo del Ejecutivo comunitario para 2020 que ha sido presentado este miércoles, un día antes de que el pleno de la Eurocámara vote una resolución que insta a Bruselas a actuar en este sentido.

La introducción de un cargador universal no solo eliminaría inconvenientes para los usuarios, que hoy necesitan cargadores diferentes para cada dispositivo, sino que permitiría reducir las 51,000 toneladas de deshechos electrónicos que generan esos accesorios cada año, según el Parlamento Europeo.

La UE puso por primera vez sobre la mesa la idea de un cargador universal en 2009. Entonces había unos 30 modelos en el mercado y la Comisión Europea y los principales fabricantes de móviles en Europa -incluidos Apple, Nokia, Samsung, Sony o LG, entre otros- firmaron un acuerdo voluntario para armonizarlos.

Este permitió reducir el número de modelos, de modo que ahora mismo en el mercado europeo hay tres tipos principales de cargadores: el USB 2.0 Micro B, el USB C y el sistema Lightning, que utilizan exclusivamente los dispositivos de Apple.

Sin embargo, el acuerdo entre la industria expiró en 2014 y la Eurocámara pidió ya entonces a la Comisión que adoptase regulación vinculante para desarrollar un único cargador, pero la iniciativa nunca llegó a ver la luz.

Con un nuevo Ejecutivo al mando en Bruselas desde diciembre pasado, el Parlamento Europeo ha retomado el tema y prevé votar mañana una resolución en la que insiste en introducir un cargador estándar, no solo por su conveniencia para el consumidor, sino por la “necesidad de que la UE actúe para reducir el volumen de deshechos electrónicos”.

Se calcula que para 2020 este tipo de basura aumentará hasta los 12.000 millones de toneladas en la UE.

Sin embargo, los fabricantes se resisten a adoptar un modelo único, en particular Apple, cuyos cargadores solo pueden usarse con aparatos de su marca.

En una consulta pública sobre el tema hecha por la Comisión a principios de 2019, el gigante de la informática defendió que las regulaciones que armonicen los conectores de los teléfonos “congelarán la innovación más que impulsarla”.

Apple asegura que quiere evitar que una nueva legislación obligue a enviar más cables o adaptadores externos con cada dispositivo o deje obsoletos los de aparatos que ya usan millones de consumidores, lo que “resultaría en un volumen de deshechos electrónicos sin precedentes y grandes inconvenientes para los usuarios”.

El fabricante estadounidense aboga por que sea la industria la que coopere, sin necesidad de legislar.También el Consejo de la Industria de las Tecnologías de la Información de EEUU, patronal del sector en el país, se posicionó en contra advirtiendo de que la medida “podría crear barreras al comercio al obligar a los fabricantes globales a cumplir reglas únicas”, lo que a su juicio iría en contra de las normas de la Organización Mundial del Comercio.

La Organización de Consumidores Europeos (BEUC) considera, sin embargo, que el enfoque voluntario no ha funcionado y pide regular “deprisa” porque la nueva generación de cargadores sin cable ya está llegando al mercado.