Un grupo de especialistas de la industria futbolística, del que forman parte representantes de clubes, ligas y empresas del sector, valoraron que el impacto de esta crisis podría extenderse hasta el año 2024.
Un grupo de especialistas de la industria futbolística, del que forman parte representantes de clubes, ligas y empresas del sector, valoraron que el impacto de esta crisis podría extenderse hasta el año 2024.

La sombra de la crisis provocada por la pandemia del COVID-19 será alargada para la industria del fútbol, con efectos en los próximos cuatro años e impacto especial en los ingresos de instalaciones y comerciales, según una encuesta a expertos realizada por el foro World Football Summit.

Un grupo de especialistas de la , del que forman parte representantes de clubes, ligas y empresas del sector, valoraron que el impacto de esta crisis podría extenderse hasta el año 2024, según esta encuesta elaborada por el WFS y la empresa de consultoría SPSG Consulting.

Valorando de 1 a 7 el impacto en la industria de la pandemia, estos especialistas situaron en 6.74 el riesgo para lo que queda del año 2020, dieron valores altos de impacto a los años 2021 y 2022 e incluso apuntaron una afectación del 2023 y 2024, si bien más leve (1.95 y 1.47 sobre 7), lo que apunta a una recuperación alargada.

“El impacto se dará con mayor fuerza en el 2020 y también en el 2021, aunque a partir de finales del próximo año se espera que ceda considerablemente en intensidad. Asimismo, será de diferente nivel y grado en base a la línea de negocio que se analice”, explica Carlos Cantó, consejero delegado de SPSG Consulting y vocal de la Asociación de Marketing de España.

El daño de la pandemia, auguran los expertos, será mayor para el fútbol europeo, seguido por Latinoamérica y Norteamérica, con una menor afectación para los países asiáticos, donde los encuestados consideran que hay un menor riesgo aunque perviva la amenaza de los rebrotes.

Esto se debe a que Europa es “el epicentro de la industria a nivel mundial”, según Cantó, el “punto gordiano” del sector, pese a que otras regiones como América, Asia y determinados países africanos estén profesionalizando su industria futbolística.

La fuente de ingresos del sector que ser verá más afectada para los encuestados será la relacionada con los estadios y las instalaciones, debido a la ausencia de público en las competiciones que se han podido reiniciar y la incertidumbre sobre cómo será su retorno en función del avance de la pandemia, lo que repercute en los ingresos por entradas (ticketing) y las compras en los estadios.

A continuación se sitúan los ingresos comerciales, que se verán afectados por la dificultad para organizar partidos amistosos y giras extranjeras, así como los problemas para rentabilizar academias futbolísticas; aunque apuntan un posible repunte en la compra de artículos de los clubes a través del comercio electrónico.

Los encuestados consideran además que se producirá una repercusión en los premios que los clubes perciben por ganar las competiciones, ya que muchas se han tenido que finalizar de forma anticipada.

También se reflejará esta situación en los importes que se reciben por las transferencias de jugadores, en un mercado a la baja por las dificultades económicas de los clubes, que principalmente recaerán en una devaluación de sueldos de jugadores y de comisiones de los agentes, según el estudio.

Asimismo, los derechos televisivos se verán afectados aunque el reinicio de los partidos haya podido salvar buena parte de las cantidades acordadas por retransmitir los duelos en la pequeña pantalla. Ganarán predicamento las plataformas de televisión a través de internet (OTT) y las redes sociales, y perderán fuerza las casas de apuestas y la televisión lineal.

Para los expertos consultados, los más afectados por esta pandemia serán los estadios, los clubes, las ligas y competiciones y las ciudades que acogen los grandes espectáculos futbolísticos, pero también los congresos, los patrocinadores y las agencias de patrocinio, los inversores y los jugadores.

Entre los menos afectados por esta situación se encuentran los profesionales de la medicina y la nutrición deportiva, los abogados especializados en el deporte, los especialistas en redes sociales o las empresas tecnológicas.

Los especialistas consultados por este estudio también anticiparon qué áreas pueden ser de alguna manera impulsadas por esta pandemia, entre las cuales se sitúan tanto aspectos tecnológicos, como la activación digital de los patrocinios o los , como partes del negocio físico, como la seguridad o los pagos sin contacto en los estadios.

El incremento de plataformas de televisión OTT propia de los clubes, el crecimiento de la interactividad de los jugadores -que se ha visto durante los meses de confinamiento con el protagonismo de varios de ellos en torneos virtuales- o el desarrollo de nuevas tecnologías están también entre los avances que la industria futbolística podrá extraer del COVID-19, según este estudio.