La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó este domingo su preocupación por el probable resurgimiento del ébola en Guinea-Conakri, país en el que a finales de 2013 se originó el brote que desató en África Occidental la peor epidemia de esa enfermedad de la historia, con al menos 11,300 muertos.

Muy preocupada por las informaciones de 4 muertes sospechosas de ébola en Guinea. La OMS está acelerando la preparación y los esfuerzos de respuesta ante el posible resurgimiento del ébola en África Occidental, una región que sufrió mucho por el ébola en 2014”, dijo hoy la directora regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti, a través de Twitter.

Horas antes, durante la noche, el director general de la OMS, Tedro Adhanom Ghebreyesus, había confirmado que la agencia de la ONU estaba al tanto de los posibles casos en Guinea y de que los test de confirmación definitiva estaban en marcha.

La reacción de las autoridades de la ONU llegó después de que este sábado el Gobierno de Guinea-Conakri hiciese público que los primeros análisis con muestras de casos sospechosos detectados en el sureste del país habían dado positivo por ébola.

Las autoridades guineanas hablan, por el momento, de hasta cuatro muertes sospechosas y de otros cinco casos en tratamiento, pero esperan a un segundo test de reconfirmación que se está realizando actualmente en Conakri para ratificar el resurgimiento del virus.

Hubo unos primeros test que fueron efectuados en el laboratorio de la Unión Europea en Guéckédou. Esos test han confirmado que se trata de la enfermedad del virus del ébola. Vamos a hacer un segundo examen en Conakri para confirmar o desmentir los resultados”, señaló el sábado el ministro de Sanidad guineano, Rémy Lamah, según recogieron los medios locales.

De acuerdo a la información facilitada por la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (ANSS) guineana, se sabe que una enfermera cayó enferma con síntomas de ébola a finales de enero y que falleció en la zona de Gouécké, cercana a la ciudad de N’Zérékoré (sureste).

Posteriormente, ocho personas que asistieron a su entierro (el 1 de febrero) presentaron también síntomas -diarreas, vómitos y sangrados- y tres de ellas también murieron.

En Guinea-Conakri no se había detectado ébola desde el fin de la gran epidemia que sacudió África Occidental entre 2014 y 2016 y cuyos primeros casos habían surgido precisamente en este país a finales de 2013.

Fue la peor de la historia con 11,300 fallecimientos y con más de 28,500 personas contagiadas, si bien esas cifras, según admite la OMS, podrían ser conservadoras.

El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados de personas o animales, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90% si no es tratado a tiempo.

Este no es el único potencial brote de ébola que preocupa a África, ya que, paralelamente, en los últimos días se reportaron también tres casos en la zona noreste de la República Democrática del Congo (RDC), en el centro del continente, un país que sufre con relativa frecuencia el azote de este virus.

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