Jefa de BCE dice es demasiado pronto para hablar sobre el fin de estímulos de emergencia

Es demasiado pronto para discutir el retiro por parte del Banco Central Europeo (BCE) de su esquema de compras de bonos por emergencia pandémica por 1.85 billones de euros, dijo la presidenta del organismo, Christine Lagarde, cuando quedan menos de dos semanas para una crucial reunión del BCE.

Es probable que los comentarios de Lagarde tengan como objetivo combatir la especulación del mercado financiero respecto a que las autoridades del BCE decidirán, o al menos debatirán, frenar el ritmo del Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP) del BCE cuando se reúnan el 10 de junio.

“Estamos comprometidos con preservar condiciones de financiación favorables utilizando el esquema PEPP y con hacerlo hasta al menos marzo del 2022”, dijo Lagarde tras una reunión del Eurogrupo en Lisboa.

“Es demasiado pronto y en realidad es innecesario debatir temas a más largo plazo. Nuestro enfoque en junio será en condiciones de financiamiento favorables para la economía en general y para todos los sectores”, agregó.

En momentos en que la economía de la zona euro repunta a medida que avanzan las vacunaciones contra el COVID-19, algunos gobernadores más conservadores del banco central, como el holandés Klaas Knot, argumentan que el BCE debe comenzar a reducir sus medidas de emergencia y volver a formas más tradicionales de estímulo monetario.

Pero otros, como el vicepresidente Luis de Guindos, son más cautelosos a la hora de pensar en retirar los estímulos y advierten sobre el impacto en la economía de un posible aumento de los costos del crédito.

Lagarde también pareció abogar por un enfoque de cautela.

“He dicho en repetidas ocasiones que los responsables de la formulación de políticas deben proporcionar el puente adecuado a través de la pandemia, bien entrada la recuperación, para que podamos cumplir con nuestro mandato”, sostuvo.

Lagarde se negó a comentar sobre el reciente aumento en los rendimientos de los bonos soberanos, pero dijo que el BCE estaba “vigilando de cerca” los costos del endeudamiento, una expresión que generalmente indica preocupación.