Vista de la estación receptora de Pipeline Inspection Gauge (PIG), la parte Nord Stream 2 del área de recalada en Lubmin, en la costa alemana del mar Báltico. (Foto: John MACDOUGALL / AFP)
Vista de la estación receptora de Pipeline Inspection Gauge (PIG), la parte Nord Stream 2 del área de recalada en Lubmin, en la costa alemana del mar Báltico. (Foto: John MACDOUGALL / AFP)

El ministro italiano de Transición Ecológica, Roberto Cingolani, propuso a su Gobierno y a la Unión Europea (UE) apostar por el suministro de gas a través del Corredor del Sur, que llega del mar Caspio a Europa, para reducir la fuerte dependencia con Rusia, ante las tensiones en Ucrania.

Dado que el gas es inevitable como combustible de transición (hasta lograr un desarrollo mayor de las renovables), habrá que explorar todas las oportunidades para una diversificación en los países proveedores, incluido el fortalecimiento del Corredor Sur”, dijo el ministro en una comparecencia parlamentaria.

El Corredor del Sur es una ruta de suministro de gas natural desde las regiones del Caspio y Medio Oriente a Europa.

Cingolani opinó que Italia debe incrementar su producción a nivel nacional, pues importa más del 90% de sus suministros de gas, alrededor de la mitad de Rusia.

La empresa de hidrocarburos italiana ENI ya ha avisado al Ejecutivo de Mario Draghi que tiene reservas de gas natural preparadas para aumentar su producción si fuera necesario.

El encarecimiento del gas y su impacto en las facturas energéticas que pagan hogares y empresas también preocupa al titular de Exteriores, Luigi Di Maio, quien recordó que “el escenario de crisis actual se enmarca en un contexto de fuerte dependencia energética”, pues “la UE y Reino Unido importan el 40% de su gas de Rusia”.

Sin embargo, añadió, si bien un frenazo en las exportaciones de Rusia hacia Europa penalizará a los países dependientes, también castigará a Moscú, que dejará de vender este gas a “su mejor cliente”.

La crisis en Ucrania está teniendo en los últimos días un impacto a las acciones de los bancos italianos en Milán, por su exposición en Rusia.

El mayor banco de Italia por activos y capitalización bursátil, Intesa Sanpaolo, tiene en Rusia casi 1,000 empleados, 28 sucursales y activos por valor de unos 1,000 millones de euros, y el lunes bajó 0.52% en la plaza milanesa.

Peor comportamiento tuvo la segunda entidad, UniCredit (-2.13%), que también opera en el país desde el 2005 y actualmente tiene alrededor de 4,000 empleados, dos millones de clientes minoristas y una red de 72 sucursales.

Los consejeros delegados de las dos financieras rechazaron recientemente una salida de Rusia, porque su apuesta es a largo plazo, pero los riesgos geopolíticos sí desalentaron a UniCredit a comprar el banco ruso Otkritie este año, según reconoció el CEO, Andrea Orcel, el pasado enero.

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