En un mes, más de 2.36 millones de personas en Israel recibieron la primera dosis de la vacunas y casi 695,000 ya fueron inoculados con la segunda. (Photo by AHMAD GHARABLI / AFP)
En un mes, más de 2.36 millones de personas en Israel recibieron la primera dosis de la vacunas y casi 695,000 ya fueron inoculados con la segunda. (Photo by AHMAD GHARABLI / AFP)

La tasa de reproducción del coronavirus en Israel cayó por debajo del uno, la cifra que garantiza que su expansión decrezca, pero la morbilidad aún es alta y el país intenta mantener el veloz ritmo de su campaña de vacunación, que ya ha alcanzado a más de un 25% de su población.

El índice de transmisión -la media de personas a las que un infectado contagia el virus- se redujo a 0.99 por primera vez en los últimos meses, informó EFE citando al Ministerio de Salud.

Pero pese a que la velocidad de infección se desacelera, Israel registra todavía una cifra elevada de casos: ayer diagnosticó 8,182 contagios tras hacer más de 93,000 test, de los cuales el 9% resultaron positivos.

Además, 1,160 enfermos están ingresados en estado grave. De estos, 324 están conectados a respiradores, un récord desde el inicio de la pandemia, según el digital local Ynet.

Existe una tendencia continua a una lenta disminución de la morbilidad”, declaró hoy el viceministro de Sanidad, Yoav Kisch.

Sin embargo, advirtió que se trata de una reducción lenta que se ve afectada por la propagación de la cepa británica del coronavirus, más contagiosa.

Según concretó esta semana el coordinador nacional de la pandemia, Nachman Ash, la variante localizada en el Reino Unido supone entre el 30 y 40% de las infecciones actuales de Israel, que cuenta con más de 81,000 casos activos.

Aún así, Sanidad recalcó que esta cepa no es más resistente a la vacuna de la farmacéutica Pfizer, la principal con la que el país prosigue con su campaña de inoculación -la más veloz del mundo-.

En un mes, más de 2.36 millones de personas recibieron la primera dosis de la vacunas y casi 695,000 ya fueron inoculados con la segunda.

Las autoridades israelíes intentarán tener vacunada a la mayoría de población para fines de marzo, con la meta de alcanzar la inmunidad colectiva cuanto antes.

Todo ello se produce mientras el país sigue inmerso en su tercer confinamiento nacional desde finales de diciembre, que esta semana se prolongó hasta el 31 de enero. Las restricciones incluyen una limitación de movimientos a no más de un kilómetro del domicilio, el cierre del sistema educativo y de todos los comercios no esenciales.

El Gobierno israelí anunció hoy que a partir de mañana, viernes, se permitirá que las principales ligas de fútbol y baloncesto vuelvan a la competición bajo estrictas reglas de prevención contra el virus, mientras que atletas profesionales podrán volver a sus lugares de entrenamiento, incluyendo piscinas.

Desde el inicio de la pandemia, Israel acumula casi 580,000 contagios y 4,210 fallecidos por coronavirus.

Asher Yeshaihu Salmon, jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud de Israel.
Asher Yeshaihu Salmon, jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud de Israel.

Ambiciosa campaña de vacunación

Hace unos días, en un encuentro virtual con periodistas de diversos países, el responsable de relaciones externas del Ministerio de Salud de IsraelAsher Yeshaihu Salmon -un médico especialista en salud pública- brindó detalles sobre el programa israelí para administrar masivamente a su población la vacuna antiCOVID.

La ambiciosa campaña contra el coronavirus busca vacunar a toda la población mayor de 16 años hasta finales de marzo.

El estado hebreo es, de lejos, el país que ha vacunado a un mayor porcentaje de su población -un 37.7% según -, sino que incluso en números absolutos es el cuarto clasificado en el ranking mundial de vacunación contra el COVID, a pesar de que su población es de poco más de 8.5 millones de personas.

Una de las claves ha sido la planificación desde inicios de la pandemia: el doctor Salmon explicó que las autoridades de su país mantuvieron la primera reunión sobre el tema de las vacunas en abril del 2020, un encuentro en el que participaron representantes de Moderna.

Agregó que Pfizer-BioNTech se incorporó a las negociaciones “relativamente tarde, en noviembre”, pero al parecer la multinacional estaba interesada en proporcionar gran cantidad de vacunas a Israel en una primera fase: “les interesaba porque sabían que estábamos muy preparados para administrarlas”.

Fue un desafío muy interesante y no sabíamos lo que iba a suceder. Nosotros empezamos a prepararnos desde que obtuvimos noticias desde China de este nuevo virus. Hoy nuestros esfuerzos operan como una múltiple agencia donde todos los agentes somos claves, no sólo los de salud”, mencionó Salmon. “Aunque la organización participan personas de varios ministerios -por supuesto Salud, pero también Defensa o la oficina del primer ministro- estamos actuando como una única fuerza de trabajo”.

Otra de las claves de la estrategia del Gobierno israelí es la relación entre las cajas de seguro de salud y la campaña de vacunación. Cada israelí debe estar afiliado a una de las cuatro cajas de seguro médico del país que se ponen en contacto personalmente con los asegurados, y les dice cuándo y dónde acudir para vacunarse. Convencimos a la población que era seguro venir a vacunarse, que el producto es eficaz y que podían confiar en la vacuna. Eso fue fundamental”, aseguró Salmon.

El proceso de vacunación trajo varios desafíos para los israelíes: tuvieron que armar equipamientos más pequeños para la distribución de dosis, establecer un sistema para el seguimiento de los efectos adversos, tener la documentación y el inventario de las vacunas y manejar el vencimiento de cada vacuna.

Retos en el camino

Asher Yeshaihu Salmon mencionó algunos de los mayores retos a los que Israel se está enfrentando durante la operación. El primero de ellos fue el de la temperatura de almacenaje, que debe ser de -80º. En Israel se está utilizando un único gran almacén central desde el que se distribuyen las vacunas a todo el territorio.

Como reconocía el responsable del Ministerio de Sanidad, en esto juegan con cierta ventaja –”somos un país pequeño”- y además encontraron un espacio perfecto para el cometido: “El almacén de una empresa farmacéutica que está muy bien comunicado”.

El segundo gran problema es que, además de sólo tener unas horas de vida útil una vez descongeladas, las vacunas son muy sensibles a la vibración y los golpes, por lo que el propio transporte tiene una complejidad importante y una vez que las dosis salen del almacén centralizado no pueden devolverse a él. Esto ha requerido también desarrollar unas cajas especiales para aquellos lugares a los que sólo era necesario mandar unas pocas dosis, unos envases que el responsable del Ministerio de Salud comparaba con “las cajas para llevar las pizzas a domicilio”.

Otra cuestión era que el personal que inocula la vacuna tiene que tener una formación específica al respecto. Para ello, los implicados en el proceso -casi todos sanitarios y paramédicos- han recibido un curso que, dadas las circunstancias, sólo podía ser online y que se ha dado a través de Zoom.

Además, hay un call center funcionando las 24 horas de los siete días de la semana para que los profesionales implicados en el proceso puedan resolver con agilidad sus dudas.