Washington y Nueva York son las ciudades de con más gentrificación, un fenómeno que expulsa a los vecinos con menos ingresos de aquellos barrios que atraen a nuevos habitantes deseosos de hacerse con buenas oportunidades de empleo cuando la economía de la urbe va bien.

Según un estudio publicado por la Coalición Nacional de Reinversión Comunitaria (NCRC, en inglés), siete localidades de Estados Unidos concentraron la mitad de los procesos de gentrificación desde el año 2000 hasta 2013: Nueva York, Los Ángeles, Washington, Filadelfia, Baltimore, San Diego y Chicago.

Todas estas ciudades poseen economías vibrantes que, al tiempo que mejoraron la vida de muchos trabajadores, obligaron a más de 130,000 personas a abandonar sus barrios, al sentirse incapaces de afrontar los nuevos costes de vida.

Los residentes hispanos y afroamericanos fueron los principales afectados, ya que más 110,000 habitantes afroamericanos abandonaron las zonas que tradicionalmente habitaban en el país y casi 25,000 hispanos sufrieron la misma experiencia, indica el informe.

Washington fue la urbe donde más vecinos afrontaron procesos de gentrificación en relación con su población total: Al menos 20,000 residentes afroamericanos de la capital se marcharon de sus barrios por la llegada de nuevos habitantes con mejores estudios, empleos e ingresos.

Así, el 40% de los barrios de Washington fueron gentrificados, situando a esta urbe como la líder en el número de áreas de bajos ingresos transformadas gracias a su altísimo crecimiento económico.

Otra gran zona metropolitana, Nueva York, la más poblada del país, fue la ciudad en la que más personas abandonaron sus vecindarios por el mismo motivo.

A pesar de que este fenómeno se concentró en ciudades grandes y dinámicas, también apareció en lugares más pequeños, especialmente en las áreas más próximas a las zonas comerciales.

Por ejemplo, en Portland (Oregón) el 13% de la comunidad afroamericana fue desplazada de sus barrios a lo largo de la década analizada.

Pero la dinámica general provoca, tal y como denunció esta organización, que "solo un puñado de las ciudades más grandes del país" reciban inversiones en infraestructuras y acojan a habitantes con altos ingresos. "Mientras, otras regiones de Estados Unidos languidecen", apunta el informe.