Deutsche Bank. (Foto: Reuters).
Deutsche Bank. (Foto: Reuters).

Las reservas de oro de en el Banco de Inglaterra se duplicaron en las últimas semanas, luego de que el país pagó un canje al banco de inversión alemán y recuperó lingotes que estaban en garantía, dijeron dos fuentes conocedoras de la operación.

El ilegítimo gobierno de estaría optando por dar prioridad a la recuperación de una parte de su oro monetario, en medio de un incumplimiento de pagos de casi todos sus bonos internacionales, con el objetivo de poder disponer pronto de esos ahorros.

Desde el año pasado, Venezuela intenta retirar las barras de oro que tiene en el banco británico debido al temor a sanciones internacionales y posibles embargos, justo cuando atraviesa por una crisis de liquidez tras la caída de su producción petrolera.

Pero las autoridades británicas han sido reacias a repatriar los lingotes solicitados por Venezuela pese a las gestiones de funcionarios venezolanos, añadieron las fuentes.

En ese proceso, el Banco Central de Venezuela vio duplicar la posición en oro que mantiene en esa institución extranjera hasta 31 toneladas, equivalentes a unos US$ 1,200 millones, dijeron las fuentes. En octubre, Venezuela contaban con unas 14 toneladas en la institución británica.

La nueva acumulación de lingotes se debe a la cancelación que Venezuela habría hecho a finales de año a Deutsche Bank para conseguir recuperar unas 17 toneladas de oro que había colocado en garantía de un préstamo, dijeron las fuentes que no mencionaron el monto que el gobierno pagó.

El Banco de Inglaterra dijo a través de un correo electrónico que la institución no comenta las relaciones con sus clientes porque están sujetas a confidencialidad. Agregó que el "banco cumple con los más altos estándares de gestión de riesgo y con las leyes, incluidas sanciones financieras aplicables".

El banco alemán no respondió a una solicitud de información, al igual que el Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Información.

Si bien no es inmediatamente evidente la razón por la que Venezuela prioriza recuperar el oro en garantía y pagar a Deutsche Bank, el gobierno de Maduro en paralelo ha optado por exportar desde el año pasado oro a países como Turquía, que se ha convertido en su más reciente apoyo.

De esta forma Venezuela ha ido reduciendo sus lingotes de oro monetario en reservas desde las 150 toneladas que tenía a principios del 2018 hasta las 134 toneladas en noviembre, según los informes mensuales del Banco Central.

La estrategia del gobierno venezolano detrás del envío de oro a países como Turquía es conseguir la manera de importar alimentos, luego de varias rondas de sanciones de Estados Unidos que han provocado que bancos internacionales se muestren reacios a transferir dinero de entidades del país.

En el 2011 y 2012, el país sudamericano repatrió lingotes que tenía en bancos de Estados Unidos y Europa, pero el gobierno dejó parte de las reservas en el Banco de Inglaterra previendo que sería útil para futuras operaciones financieras.

Desde el 2015, el gobierno de Maduro comenzó a comprometer casi un tercio de sus ahorros de oro que estaban en el Banco de Inglaterra al usarlo como respaldo a préstamos a mediano plazo, con los que buscaba liquidez en medio de una sequía de ingresos por el desplome de los precios del petróleo.

En el 2017, Venezuela dejó vencer un canje con Deutsche Bank por US$ 1,700 millones, cuando enfrentaba pesados compromisos de deuda. No obstante, el año pasado pagó a Citibank en una operación similar y recuperó los lingotes en garantía.

Inglaterra bajo presión

El Banco de Inglaterra enfrenta a la presión política en Venezuela y de miembros del parlamento británico para no colaborar con el gobierno de Maduro, cuyo segundo mandato, que comenzó el 10 de enero, ha sido calificado de ilegítimo.

Calixto Ortega, presidente del emisor venezolano, conversó con funcionarios de la institución británica en diciembre, pero no logró su objetivo de traer los lingotes, dijeron las fuentes, quienes agregaron que es costoso movilizar el oro.

El oro representa más de dos tercios de las reservas monetarias de Venezuela y se convierte en un activo clave para el gobierno de Maduro, que lucha con una hiperinflación de casi dos millones por ciento y una recesión que cumple cinco años y ha llevado a que unos 3 millones de sus ciudadanos hayan dejado el país desde el 2015, según datos de Naciones Unidas.

El presidente culpa de los males de la economía a la "guerra económica" liderada por la oposición y a las sanciones financieras de Estados Unidos, pero algunos economistas sostienen que la crisis se debe al modelo de estatal de controles.

Opositores, incluido el líder exiliado Julio Borges, han argumentado que el oro no debería ser repatriado porque podría usarse para financiar la corrupción y en Washington evalúan aplicar más medidas para restringir las exportaciones del metal venezolano.

Bajo esas tensiones, las peticiones del gobierno venezolano al banco británico generaron inquietud en el parlamento inglés.

El legislador de ese país, Andrew Lewer, sostuvo la semana pasada una reunión con representantes de la secretaría del tesoro en la que manifestó su preocupación por la repatriación del oro a Venezuela y las autoridades británicas se comprometieron a trasladar sus inquietudes al Banco, dijo en un comunicado.