(Foto: Reuters)
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Bajo el furioso sol del mediodía, Yerika Hidalgo está parada en una autopista de Caracas con los brazos en alto.

Espera que gracias al bloqueo en el que participa con sus vecinos, llegue un camión cisterna cargado del agua que necesita para su nieta y su hija, ambas bebés, a cuatro días de que sufriera un apagón general que golpeó en todos los servicios y empujó a muchas personas a buscar productos básicos.

"Tengo una niña recién nacida de 3 días", dijo Yerika Hidalgo, de 40 años, y maestra de preescolar.

"¿Cómo le hago los teteros?" o biberones, se preguntó junto a otros que llegan a usar el agua de riachuelos para cocinar, limpiar, ducharse y beber.

Algunos fueron aún más lejos y bajaron desde los bordes de cemento que encausan el río Guaire, el principal desagüe de residuos líquidos de la ciudad, para llenar garrafones de 10 litros o incluso botellas vacías de plástico de jugo y leche.

"Es horrible. ¡Queremos agua!", gritó Hidalgo. "Es insoportable", agregó.

En otra zona de la ciudad, Gladys Martínez aguarda en una barriada del suroeste capitalino que un prometido camión cisterna de 20,000 litros llegue a su comunidad, un montón de casas humildes apiñadas sobre una colina.

El gobierno (chavista) "nos está matando de hambre y de sed", dijo Martínez, un ama de casa de 52 años, en una barriada que solía ser "chavista" partidaria del fallecido presidente Hugo Chávez, pero que ahora lucha sólo por obtener servicios básicos.

Martínez y más de un centenar de personas de la barriada La Charneca cerraron el lunes por la mañana uno de los dos carriles de la principal autopista de Caracas para presionar por la llegada del vehículo.

"Es una necesidad del pueblo, tener agua tener luz y no la tenemos", dijo a unos metros de distancia del bloqueo Danila Cabrera, una operadora telefónica de 28 años, y que junto a sus vecinos reclamaban la llegada de la cisterna ofrecida por dirigentes oficialistas de la comunidad.

Al ver que pasaban las horas, algunos habitantes de la barriada decidieron realizar el bloqueo para presionar que llevaran el vehículo y que aún por la tarde no aparecía. "No me he podido bañar", agregó Cabrera.

Caracas ha recibido en los últimos meses unos 7,000 litros menos de agua por segundo que hace 20 años, cuando recibía 20,000 litros por segundo, dijo José María De Viana, ingeniero y expresidente de Hidrocapital, la compañía estatal encargada de procesar y llevar agua a los hogares venezolanos.

De Viana sostiene que los problemas están principalmente en la falta de mantenimiento al sistema de transporte de agua.

En ciertas zonas de Caracas, como donde se producía el bloqueo, la mayoría de motorizados y transeúntes llevaban envases para cargar agua, incluso botes nuevos para la basura pero que eran usados para cargar el líquido.

Portavoces del ilegítimo régimen de aseguran que están distribuyendo camiones cisternas para aliviar el problema, según la televisión estatal.

Venezuela vive desde en recesión desde el 2013 y está sumergida en una espiral hiperinflacionaria desde fines del 2017.

También la nación , con las mayores reservas petroleras del mundo, sufre de una escasez de alimentos, medicinas y servicios desde hace varios años, en lo que críticos y opositores atribuyen a la incapacidad y corrupción del gobierno chavista.

El régimen de Maduro culpa de los problemas, que llevan una década en el campo eléctrico, a sanciones impuestas por Estados Unidos desde el 2015.