El auge de la industria de los fondos negociados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) podría decuplicarse en la próxima década y llegar a US$ 50 billones, según Bank of America Corp.
Solo para poner las cosas en perspectiva, la cifra duplicaría con creces el tamaño actual de la economía estadounidense. Los activos totales de los ETF registrados en el país han crecido un promedio de 25% anual en los últimos 10 años a US$ 4.3 billones, según una nota de investigación de BofA. A este ritmo, el banco proyecta un repunte adicional de US$ 1 billón solo el próximo año.
Las estrategias pasivas como los ETF se beneficiancuando los inversionistas abandonan a los gerentes activos tras años de bajo rendimiento. Uno de los principales impulsores del fuerte crecimiento es la “mayor conciencia” de las ventajas que incluyen la eficiencia fiscal, el bajo costo, la liquidez y la transparencia, indicó BofA. Las tasas de interés estables, las expectativas de retornos de renta variable positivos y los diferenciales de crédito ajustados también podrían actuar como un refuerzo el próximo año, según el banco.
El anuncio de US$ 50 billones de BofA representa una de las proyecciones más altas para la trayectoria de crecimiento de los ETF, aunque el plazo abarca cinco años más que otras estimaciones. Jim Ross, uno de los fundadores de la industria, dijo el año pasado que esos activos podrían alcanzar los US$ 25 billones a nivel mundial para fines de 2025. Matteo Andreetto de State Street Corp. mantenía una predicción aún más baja —US$ 15 billones para ese mismo año— cuando se desempeñaba como director ejecutivo de Stoxx Ltd. de Deutsche Börse AG en 2018.