Universidades españolas planean el curso pensando en estudiantes extranjeros

Las universidades españolas están preparando planes de gestión de su actividad para el próximo curso, con el objetivo de garantizar la seguridad de la enseñanza y de no perder a los aproximadamente 130,000 estudiantes extranjeros que llegan cada año al país.

Con cuestiones todavía de difícil respuesta como si habrá libertad de desplazamiento o si será posible celebrar clases lectivas con la distancia de seguridad requerida, la opción de enseñanza virtual conjuntada con clases presenciales de poco volumen se presenta como la más probable.

Debido a la situación sanitaria en España y otros países, muchas universidades no han anunciado aún los detalles concretos de qué harán cuando comiencen las clases en septiembre u octubre, pero los planes conocidos hasta ahora tienden a un modelo mixto de clases presenciales y por internet.

Entre los estudiantes más afectados estarían aquellos que quieren realizar sus estudios en otros países o tienen ya concedidas las becas Erasmus, que les permitirían estudiar en algún otro país de la Unión Europea.

España es el país europeo más popular entre los estudiantes de este programa, con algo más de 40,000 cada año.

"La movilidad internacional no debe cancelarse ni suspenderse", señaló esta semana el Consejo de Rectores de las Universidades españolas (CRUE) en un comunicado, sino que, "debe adaptarse a la nueva situación y considerar nuevos formatos que complementen a los actuales".

Este Consejo publicó tres posibles planes de gestión, siendo el más probable el mixto, ubicado en un contexto sanitario de "medidas restrictivas que incluyan aislamiento selectivo por zonas geográficas".

En este escenario, los estudiantes tendrían "limitaciones generalizadas de la movilidad internacional", determinadas por "las zonas más gravemente afectadas por la pandemia".

Aunque se intentaría mantener la movilidad física "cuando sea posible", los estudiantes alternarían la enseñanza virtual con la presencial en las aulas.

Enseñanza virtual y presencial

La Universidad Europea (UE), una institución privada de Madrid, ya apuesta porque se traslade "la experiencia presencial a lo virtual", ya que "no creemos que se pueda volver 100 por cien a la presencial", explicó Sergio Calvo, vicerrector de Estudiantes y Relaciones Institucionales del centro.

"Apostamos por un escenario mixto, con parte de los alumnos en clase y parte en sus domicilios", explicó.

En el mismo sentido trabaja la Universidad Pontificia de Comillas (UPC), que desarrollará "en la medida de lo posible" la actividad docente "en las sedes de la universidad", y que complementarán con "enseñanza sincronía mediante conexión" virtual.

Por su parte, las universidades públicas, como la Complutense de Madrid, una de las mayores del país creen que todavía es "muy pronto" para realizar planes, y añade que "cuando esté decidido, informaremos de todo".

Estudiantes internacionales, en la incertidumbre

La crisis del coronavirus y las restricciones sanitarias han generado un escenario de gran incertidumbre, principalmente entre los estudiantes extranjeros que tenían intención de estudiar en España el curso que viene.

Según datos del Ministerio español de Universidades, casi 127,000 estudiantes extranjeros cursaron estudios de grado, máster o doctorado en España durante el curso 2017-2018.

Ahora, las universidades trabajan para evitar que la crisis del COVID-19 suponga un parón en la llegada de estos estudiantes.

La Universidad Europea, que recibe anualmente a un 30% de estudiantes extranjeros, facilitará la docencia virtual para quienes "no se pudieran desplazar" hasta sus campus en Madrid, "pase lo que pase", aseguró Calvo.

La mayoría de los estudiantes provienen "sobre todo de Italia, Francia, Reino Unido, Países Bajos y Latinoamérica, desde México hasta Argentina y Chile".

Además, sus estudiantes dispondrán de "un seguro médico especial que les cubra determinadas inquietudes, como la repatriación en caso de que hubiese un rebrote" de la pandemia en España, explicó el vicerrector.

"Estimamos que haya una ligera reducción y estamos trabajando para que esto no sea así", señaló.

En todo caso, en las universidades españolas todavía hay más preguntas abiertas que certidumbres.