Elecciones e Brasil. (Foto: Reuters)
Elecciones e Brasil. (Foto: Reuters)

El candidato presidencial ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro aumentó su ventaja frente al izquierdista Fernando Haddad en la víspera de la polarizada elección del domingo, pero estarían empatados para un probable balotaje (segunda vuelta) el 28 de octubre, según dos encuestas publicadas el sábado.

Bolsonaro, un excapitán del Ejército que promete mano dura contra el crimen y luchar contra la corrupción, y Haddad del Partido de los Trabajadores (PT) del encarcelado exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, se enfrentarán en elección más divisiva desde el fin del gobierno militar en 1985.

Bolsonaro subió cuatro puntos porcentuales en tres días hasta un 36% de la intención de voto, mientras que Haddad cayó un punto a un 22%, dijo la encuestadora Ibope en un sondeo publicado por TV Globo.

La encuestadora Datafolha mostró un aumento de un punto porcentual de Bolsonaro también a un 36% mientras que Haddad se mantuvo sin cambios en el 22%.

Tanto las encuestas de Ibope como las de Datafolha mostraron a Bolsonaro y Haddad en un empate técnico en una segunda vuelta, que se celebraría si ninguno de los candidatos obtiene la mayoría el domingo.

El apoyo de Haddad se basa en la popularidad de su mentor, Lula da Silva, a quien se le prohibió postularse debido a una condena por corrupción.

Haddad hizo campaña el sábado en el estado de Bahía, en el noreste del país, un bastión político de Lula. El candidato de 55 años grabó un mensaje de video junto al gobernador Rui Costa, también del PT, instando a sus partidarios a ser cautelosos con los mensajes políticos en las redes sociales.

“Muchas mentiras en internet”, dijo. “El otro lado está un poco desesperado, porque piensan que si Bolsonaro se ve obligado a debatir, se derretirá. Así que quieren que Bolsonaro gane sin tener que debatir, lo que es malo para la democracia”.

Según un sondeo de Datafolha publicado el jueves, alrededor del 26 por ciento de los votantes aún no ha decidido por quién votará. En la encuesta del sábado no se publicó el dato actualizado.

“Aceptaremos el resultado sea cual sea, no debería haber dudas”, dijo el viernes Bolsonaro, en un intento por calmar los temores de que podría llamar a un golpe militar si pierde.

Bolsonaro, que está respaldado por un grupo de generales retirados, dijo la semana pasada no aceptaría menos que la victoria y que si perdiera sería porque el PT ha manipulado el sistema de votación electrónico de Brasil.

Un gobierno de Bolsonaro aceleraría la privatización de empresas estatales para reducir el déficit presupuestario de Brasil y relajaría los controles ambientales para la agricultura y la minería. También bloquearía los esfuerzos para legalizar el aborto, las drogas y el matrimonio gay.

En una entrevista publicada el viernes por el periódico Estado de Sao Paulo, uno de los principales asesores económicos suyos, el ex general Oswaldo de Jesus Ferreira, dijo que Bolsonaro seguiría adelante con la privatización de la eléctrica estatal Centrais Eletricas Brasileiras (Eletrobras).

Sin embargo, se comprometió a mantener al gigante petrolero estatal Petroleo Brasileiro SA (Petrobras) en manos del gobierno.