(Foto: iStock)
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Los dirigentes europeos redoblaron este domingo sus esfuerzos para levantar las reservas de los países llamados “frugales”, así como de Hungría y Polonia, sobre su plan para superar los estragos del coronavirus, en un tercer día de discusiones sin final a la vista.

"Llegó la hora del acuerdo", tuiteó la primera ministra belga, Sophie Wilmès, más de 55 horas después del inicio de la cumbre, junto a una foto en la terraza del despacho del jefe del Consejo, Charles Michel, centro neurálgico de las tensas discusiones.

Pese a que la canciller alemana, Angela Merkel, había advertido de la posibilidad de cerrar otra jornada sin acuerdo, la negociación en grupos se intensificó, postergando la reanudación de la cumbre a 27 a una hora por determinar.

Pero la presión aumenta. A causa de la , la economía mundial podría contraerse un 4.9% en el 2020, una caída que aumenta al 10.2% en la zona euro y al 9.4% en América Latina y el Caribe, según el

Para salir de la mayor recesión de su historia, la debate un plan de 750,000 millones de euros (US$ 840,000 millones) que la Comisión Europea tomaría prestados en nombre de los 27, un hito en el proyecto europeo.

Pero los detalles de este plan no logran convencer a las naciones "frugales" adeptas del rigor fiscal -Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca, a las que se sumó Finlandia-, que en el pasado ya se opusieron a emitir deuda común.

"Rara vez he visto en 7 años [como primer ministro luxemburgués] unas posiciones tan diametralmente opuestas en tantos puntos", observó Xavier Bettel, que los enumeró: el monto del fondo, cómo administrarlo y su relación con el Estado de derecho.

De medio billón, ¿a 375,000?

Los "frugales" exigen reducir el monto del plan que aúna subsidio y préstamos. Sobre los primeros, del medio billón de euros propuesto, estos países, que sólo querían créditos, presionaron para pasar por debajo de la barrera de 300,000 millones.

El sábado en la mañana, Michel puso sin éxito sobre la mesa una reducción de las subvenciones hasta los 450,000 millones de euros. La actual propuesta sería de entre 350,000 y 375,000 millones de euros, dijeron varias fuentes a la AFP.

La ayuda en forma de subvenciones sería devuelta por los 27 y no por el país que se beneficie, por lo que los "frugales" buscan también garantías de que el uso de los fondos irán destinados a hacer las reformas adecuadas.

El plan inicial prevé que los países que quieran la ayuda deben presentar un plan de recuperación que tenga en cuenta las recomendaciones anuales de la Comisión y la transición ecológica y digital. Los 27 deberían aprobar por mayoría el desembolso.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, que afronta en el 2021 comicios legislativos en los que la extrema derecha amenaza con ganar terreno, aparece como el más duro, al exigir que el desembolso de las ayudas se acuerde por unanimidad.

En un gesto al holandés, Michel propuso el sábado un "superfreno de emergencia" que los países podrán activar si dudan sobre el uso de fondos por sus socios. Los líderes o sus ministros de Finanzas lo debatirían entonces "sin demora".

Estado de derecho

"No creo que esta cumbre fracase por el dinero", sino por la oposición de Italia a la unanimidad de Rutte y por el apoyo de este último, y de la finlandesa Sanna Marin, a la propuesta sobre el Estado de derecho, según una fuente diplomática.

La cena de trabajo del sábado se consagró a la propuesta de Michel de vincular la concesión de fondos europeos al respeto del Estado de derecho, un plan que genera rechazo en Polonia y Hungría, en el punto de mira de Bruselas por esta cuestión.

"No sé cuál es la razón por la que el primer ministro holandés me odia", dijo a la prensa este domingo su par húngaro, Viktor Orban, advirtiendo que la propuesta de Michel no se resolvería en esta cumbre ya que "necesita tiempo" de negociación.

El debate sobre el fondo se suma al del Marco Financiero Plurianual 2021-2027, el primer presupuesto de la UE sin el Reino Unido. Los “frugales” abogan por reducir el monto de 1,074 billones de euros propuesto por el jefe del Consejo.

Si la cumbre fracasa, podría haber otra presencial en agosto, según una fuente diplomática, “si eso es posible teniendo en cuenta el deterioro de la situación del coronavirus”, precisó no obstante el presidente lituano, Gitanas Nauseda.