(Foto: EFE)
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Los Maserati, Rolls-Royce y Mercedes Benz regresan a Rodeo Drive, junto con algunos compradores de gama alta, mientras que una de las calles más exclusivas de reanuda lentamente sus actividades.

Unos días después de que las autoridades de anunciaron que las lujosas boutiques de Rodeo Drive podrían reabrir para la entrega de artículos, los compradores comenzaron a llegar a sus anchas aceras.

Llegaron buscando cosas como bolsos , zapatos de Salvatore Ferragamo, cinturones y otros artículos con nombres que gritan a los transeúntes: “Esto es ridículamente caro”.

Un joven se detuvo frente a la tienda de Fendi, pagó por un par de zapatos y unas gafas de sol que rápidamente echó en la parte trasera de su convertible deportivo rojo mientras explicaba que eran regalos para su esposa, antes de alejarse a toda velocidad.

A unos metros, Delicia Cordon de Atlanta se detuvo frente a la tienda de Gucci revisando fotografías de bolsas y mochilas que una vendedora le enviaba a su teléfono desde el interior del establecimiento.

Eligió los artículos perfectos para el cumpleaños 11 de su hija, dio la información de su tarjeta de crédito e hizo un rápido intercambio en la puerta. La vendedora que entregó los artículos rechazó hablar antes de cerrar la puerta.

Para Cordon, que tenía que tomar un avión con destino a casa dentro de unas cuantas horas, comprar la bolsa y mochila fue un increíble golpe de suerte.

Hay una tienda Gucci en su ciudad natal, comentó, pero no tiene un departamento infantil y temía que si ordenaba los regalos por internet no llegarían a tiempo para el cumpleaños de su hija el viernes.

“Me sorprendí de que hicieran la venta en la acera y estaba muy emocionada”, comentó la diseñadora de modas de Atlanta.

La calle tenía pocos peatones y automovilistas en una hermosa y soleada tarde en el sur de California, así que Cordon dijo que no le dio miedo acercarse demasiado a alguien. “Tuve que usar mi mascarilla. Tenía puestos unos guantes”, añadió.

La mayoría de los que estaban en la avenida también portaban mascarillas, así como aquellos dentro de las tiendas. Muchos de los empleados limpiaban las ventanas y superficies cuando no entregaban compras.

Entre los compradores estaba Michael Carter de Providence, Rhode Island, quien compró un cinturón y unos zapatos deportivos en una tienda de Louis Vuitton.

El propietario de un lote de automóviles usados señaló que era su primer viaje a California, y añadió no iba a pasar por alto Rodeo Drive incluso si algunas de las tiendas seguían cerradas y tuvo que ordenar sus artículos en internet y luego ir a recoger sus compras a la puerta.

“De donde vengo no tenemos lugares como este”, comentó Carter, quien se encontraba en unas breves vacaciones. “Cuando estamos aquí, tenemos que aprovecharlo”.