La primera ministra británica, Theresa May, publicó su plan para el Brexit. (Foto: AFP)
La primera ministra británica, Theresa May, publicó su plan para el Brexit. (Foto: AFP)

Por: Tim Ross, Emma Ross-Thomas y Jessica Shankleman

Las opciones del para el se están reduciendo, y la mayoría de ellas son peligrosas para la primera ministra Theresa May.

La Unión Europea rechazó una parte fundamental de su plan para un acuerdo comercial con el bloque el jueves y así debe empezar de nuevo, a solo 12 semanas para la fecha en la que se debería firmar el acuerdo de divorcio.

May creía que su propuesta aduanera era la mejor esperanza de conseguir un acuerdo para el brexit que ella también pudiera venderle a un Parlamento dividido en Londres. Ahora, la primera ministra se quedó con una gama de opciones desagradables:

Aceptar la contrapropuesta de la UE y permanecer en la unión aduanera: sería un gran giro de 180 grados para May y los partidarios del brexit en su partido probablemente intentarían expulsarla. Las empresas estarían conformes.

Posponer las decisiones difíciles: el riesgo es que esto podría alentar al Parlamento a vetar el acuerdo de separación que traiga May de Bruselas.

Una elección o un segundo referéndum: se arriesga a perder las elecciones, y ha prometido no celebrar un referéndum.

Un divorcio sin acuerdo: daría paso a un período de caos político, económico y financiero.

Salir del impasse

May está en un brete: todas las opciones la exponen a que la destituyan. Las posibilidades de que el Reino Unido salga del bloque sin ningún acuerdo han aumentado. La libra extendió su declive este viernes y se cotizaba 0.1%, a US$ 1,3093, a las 10:15, hora de Londres.

El principal negociador del Brexit de la UE, Michel Barnier, sugirió que una salida del impasse sería que el Reino Unido permaneciera dentro de la unión aduanera europea. Es lo que la UE siempre ha querido, ya que resuelve algunos problemas –aunque no todos– frente al complicado tema de la frontera con Irlanda.

Hace apenas una semana, Bruselas ofrecía a May algo de cobertura política. Barnier recibió con agrado el nuevo plan británico para el brexit, pese a decir que tenía serias dudas e inquietudes. Luego, a principios de esta semana, May dijo que ella misma se encargaría del proceso de separación. Relegó al Departamento del Brexit, que le causó problemas estos últimos dos años, medida que los inversionistas vieron como una señal de que May buscaría una división más suave que la separación total deseada por los defensores del brexit.

Pero el jueves, Barnier dejó en claro su posición: rechazó un plan que el equipo de May había diseñado para mantener contento al mayor número posible de personas del lado británico. May no cuenta con una mayoría en el Parlamento y su Partido Conservador está dividido en cuanto a Europa. El modelo complejo, innovador y sin probar le permitiría al Reino Unido firmar acuerdos de libre comercio con otros países, pero también mantendría el comercio libre y fácil con la UE.

Las negociaciones apenas si han progresado desde marzo y ambas partes intensificaron sus planes de contingencia para un divorcio "sin acuerdo". Una gran parte del papel de Dominic Raab, el secretario británico del brexit, consiste en prepararse para lo peor, y el Gobierno tiene previsto redoblar esfuerzos durante el verano boreal. Algunas de las graves advertencias sobre lo que podría significar la ausencia de un acuerdo también podrían servir para alentar a los legisladores a votar por lo que sea que les proponga May en el último trimestre del año, en vez de arriesgarse a quedar al borde del precipicio.

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