La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, se opone a una nueva consulta. (Foto: AP)
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, se opone a una nueva consulta. (Foto: AP)

Justo cuando más ayuda necesita la primera ministra británica para lograr que su país acepte "el único acuerdo posible" de con la UE, el presidente advirtió que este podría dañar al comercio entre Reino Unido y Estados Unidos.

Tras una semana de frenética negociación con Bruselas para salvar escollos de última hora, una cumbre europea extraordinaria que validó el texto y una enésima comparecencia ante unos diputados británicos mayoritariamente hostiles, May emprendía el martes una gira por el país en un intento desesperado de ganarse a la opinión pública.

Todo antes de cruzar el planeta el jueves para participar en la cumbre del G20 en Buenos Aires... y vuelta a empezar la próxima semana con la esperanza de que el parlamento ratifique el acuerdo en una votación el 11 de diciembre.

Y entonces Trump, que ya ha defendido en el pasado la necesidad de un Brexit duro, se sumó a los detractores del acuerdo negociado por May con sus socios europeos y que aboga por una relación "lo más estrecha posible" tras el Brexit, previsto el próximo 29 de marzo.

"Este parece ser un acuerdo muy bueno para la UE", dijo a los periodistas de la Casa Blanca.

"Debemos considerar seriamente si al Reino Unido se le permite comerciar o no. Si se mira el acuerdo, puede que no se les permita comerciar con nosotros y eso no sería bueno", agregó.

"No creo que quieran eso en absoluto", no poder comerciar con Estados Unidos, afirmó el magnate republicano, considerando que "sería un aspecto muy negativo del acuerdo".

Y dijo tener la esperanza de que Theresa May "pueda hacer algo al respecto".

Los defensores de un Brexit duro, también dentro del Partido Conservador de la primera ministra británica, consideran que esta hizo concesiones inaceptables a la UE.

Su anhelo no es solo retomar el control de sus políticas migratorias, dejar de contribuir al presupuesto europeo y no estar sometidos a la Corte Europea de justicia: aspiran ante todo a negociar ambiciosos tratados comerciales con otros países, empezando por Estados Unidos.