El actual intercambio de las sanciones entre Rusia y Estados Unidos pone además en entredicho la celebración de una cumbre bilateral entre los líderes de ambos países propuesta por Biden. (Fotos: Eric BARADAT y Pavel Golovkin / AFP).
El actual intercambio de las sanciones entre Rusia y Estados Unidos pone además en entredicho la celebración de una cumbre bilateral entre los líderes de ambos países propuesta por Biden. (Fotos: Eric BARADAT y Pavel Golovkin / AFP).

El cruce de sanciones entre y , y la tensión en , han llevado las relaciones entre la Casa Blanca y el Kremlin a su punto más bajo de los últimos años sin visos de mejora en un futuro cercano.

“El principal golpe se lo llevan los diplomáticos”, opina Iván Timoféev, analista del Consejo Ruso de Relaciones Internacionales, al comentar las sanciones de Rusia, anunciadas la víspera en respuesta a un paso similar de Estados Unidos.

El experto recuerda que aparte de expulsar de “forma simétrica” a 10 diplomáticos estadounidenses, Rusia también limita las comisiones de servicios de los representantes del Departamento de Estado y prohíbe a la embajada estadounidense contratar los servicios de ciudadanos rusos y de terceros países, entre otras limitaciones.

¿Expulsión del embajador?

Además, Rusia “recomendó” al embajador de Estados Unidos, John Sullivan, que regrese a su país para consultas con sus superiores al anunciar su tanda de sanciones en respuesta a las restricciones impuestas a Moscú por Washington por ciberespionaje y la injerencia en Ucrania.

“Por ahora no queda muy claro en qué quedará la recomendación al embajador de regresar a casa para consultas, pero a duras penas a eso se le puede llamar una expulsión al estilo de 1952”, escribió Timofeev en Facebook, en alusión a la declaración como “non grata” al jefe de la misión estadounidense en la URSS, George Kennan, en plena guerra fría entre ambos países.

A la vez, la prensa rusa destaca que la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas no recoge la posibilidad del “envío de un embajador de retorno” a su país para consultas con autoridades.

También se espera que las sanciones retrasen el retorno a Washington del embajador ruso Anatoli Antónov, quien fue llamado a consultas a Moscú hace ahora un mes tras llamar el presidente estadounidense, Joe Biden, “asesino” a su homólogo ruso Vladímir Putin.

De acuerdo con el experto ruso en relaciones internacionales Fiodor Lukiánov, la “recomendación” de Moscú a Sullivan no equivale a una ruptura de relaciones, pero el diálogo entre ambos países no tiene posibilidades de prosperar por ahora.

En declaraciones a la emisora el Eco de Moscú, Lukiánov opinó que el embajador estadounidense no volverá a Rusia hasta una mejora sustancial de las relaciones.

Cumbre Putin-Biden, en peligro

El actual intercambio de las sanciones entre Rusia y Estados Unidos pone además en entredicho la celebración de una cumbre bilateral entre los líderes de ambos países propuesta por Biden durante una reciente conversación telefónica con el jefe del Kremlin.

Moscú indicó que en un principio la propuesta fue acogida de manera “positiva”, pero ahora se analizara en el contexto de la “situación real”.

Previamente, el Kremlin había advertido de que las sanciones de Estados Unidos no iban a contribuir “de ninguna manera” a esa reunión.

La anterior cumbre entre los líderes de ambas potencias tuvo lugar en el 2018 en Helsinki, donde Putin se reunió con el entonces presidente estadounidense, Donald Trump.

Un año antes, las relaciones ruso-estadounidenses habían sufrido uno de sus mayores crisis diplomáticas al anunciar Moscú la expulsión de 755 empleados de la embajada y los consulados de Estados Unidos en Rusia.

La medida respondía a la expulsión de 35 diplomáticos rusos durante la presidencia de Barack Obama y había sido retrasada hasta la llegada al poder de Trump al considerar Moscú que el nuevo inquilino de la Casa Blanca podía dar marcha atrás en las sanciones.

Cooperación puntual

El nuevo cruce de sanciones vuelve a sembrar dudas acerca de una posible mejora en las relaciones entre ambos países, que no obstante continuarán cooperando en asuntos de interés global, según coinciden varios expertos.

Así, de acuerdo con el director del Centro Carnegie de Moscú, Dmitri Trenin, la cooperación bilateral continuará en temas como la prevención de choques armados y el desarme nuclear, porque se trata de cuestiones de “importancia vital”.

Mientras, en otros temas internacionales como el problema norcoreano o el iraní, puede haber una cooperación “parcial”, dijo Trenin al diario Kommersant.

“En todo caso, todo será fragmentado y en el marco de un clima general de hostilidad. No habrá una cooperación amplia”, opinó el experto.

El analista del Consejo Ruso de Relaciones Internacionales coincide con Trenin. “Estamos ante una nueva etapa de deterioro de los lazos tras agotarse las posibilidades para un reinicio de las relaciones con el cambio de la Administración (de EE.UU.)”, resume Timoféev.