Según el Reino Unido, “se beneficiaron de contratos adjudicados indebidamente, en los que los bienes prometidos se entregaban a precios muy inflados”. (Foto: AFP)
Según el Reino Unido, “se beneficiaron de contratos adjudicados indebidamente, en los que los bienes prometidos se entregaban a precios muy inflados”. (Foto: AFP)

El gobierno británico anunció sanciones contra dos contratistas colombianos por malversación en , en el marco de una segunda ronda de su nuevo régimen de sanciones globales anticorrupción, que incluye también a personalidades de Guinea Ecuatorial, Zimbabue e Irak.

El empresario colombiano , considerado el testaferro del Nicolás Maduro, y su socio Álvaro Enrique Pulido Vargas verán sus activos congelados en el Reino Unido, a donde tendrán prohibición de viajar “para garantizar que ya no puedan canalizar su dinero a través de los bancos británicos ni entrar en el país”, precisó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Los dos contratistas, vinculados a , fueron sancionados “por explotar dos programas públicos de Venezuela creados para suministrar a los venezolanos pobres alimentos y viviendas a precios asequibles”.

Según el Reino Unido, “se beneficiaron de contratos adjudicados indebidamente, en los que los bienes prometidos se entregaban a precios muy inflados”. “Sus acciones causaron más sufrimiento a los venezolanos, ya golpeados por la pobreza, para su propio enriquecimiento privado”, agregó el comunicado.

Presunto testaferro de Maduro, Saab, detenido en junio del 2020 en Cabo Verde, está acusado por el Departamento del Tesoro estadounidense de haberse aprovechado desde el 2016 de contratos sobrevalorados vinculados al plan de ayuda alimentaria de losvenezolanos, en una trama que incluiría a tres hijastros del ilegítimo presidente venezolano, así como a 13 compañías en varios países y operaciones ilegales en el sector del oro en Venezuela.

Entre los otros sancionados, destaca Teodoro Obiang Mangue, vicepresidente de Guinea Ecuatorial e hijo del actual presidente.

El Reino Unido lo acusa de “malversación de fondos estatales hacia sus propias cuentas bancarias personales, acuerdos de contratación corruptos y solicitud de sobornos, para financiar un estilo de vida fastuoso” que incluye la compra de una mansión de 100 millones de dólares en París y un jet privado de 38 millones de dólares.

Completan la lista el gobernador de la provincia iraquí de Nínive, Nawfal Hammadi Al-Sultan, y el empresario zimbabuense Kudakwashe Regimond Tagwirei.

“Las medidas que hemos tomado hoy van dirigidas a individuos que se han llenado los bolsillos a costa de sus ciudadanos”, afirmó el canciller británico, Dominic Raab, denunciando el “efecto corrosivo” de la corrupción que “drena la riqueza de las naciones más pobres, mantiene a su gente atrapada en la pobreza y envenena el pozo de la democracia”.