Reino Unido calculó que los salarios no volverán a sus niveles previos a la crisis financiera de 2007 hasta por lo menos 2025. (Foto: Reuters)
Reino Unido calculó que los salarios no volverán a sus niveles previos a la crisis financiera de 2007 hasta por lo menos 2025. (Foto: Reuters)

Los británicos fueron advertidos de que están en camino a experimentar la caída más prolongada en los niveles de vida desde que comenzaron los registros hace 60 años, luego que el organismo de control fiscal del Reino Unido redujera sus proyecciones de crecimiento económico.

En un análisis del último presupuesto del gobierno y el informe adjunto de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR por su sigla en inglés), la Resolution Foundation dijo que la economía será 42,000 millones de libras (US$ 56,000 millones) menor en 2022 de lo que la OBR predijo en marzo.

También calculó que los salarios no volverán a sus niveles previos a la crisis financiera de 2007 hasta por lo menos 2025, una vez que se toma en cuenta la inflación. Se proyecta que la paga anual promedio será 1,030 libras inferior en 2022 que lo previsto en marzo y los ingresos disponibles de los hogares caerán durante un período sin precedentes de 19 trimestres consecutivos entre 2015 y 2020, según Resolution.

El análisis fue reforzado por el Instituto de Estudios Fiscales (IFS por su sigla en inglés), que señaló que las previsiones de la OBR implicaban que las ganancias promedio serían casi 1,400 libras menos en 2021 de lo previsto antes del referéndum del Brexit en 2016 y aún inferior a su nivel de 2008.

"Estamos en peligro de perder no solo una, sino dos décadas de crecimiento", dijo el jueves el director del IFS, Paul Johnson, en una conferencia de prensa en Londres.

Desalentador panorama
Las advertencias destacan el desafío que el ministro de Finanzas, Philip Hammond, enfrentó el miércoles cuando anunció un presupuesto que le dejó poco espacio para maniobras fiscales a medida que se aproxima el Brexit.

La OBR redujo sus pronósticos de crecimiento como resultado de una productividad débil, y Hammond acumuló más presión sobre el presupuesto prometiendo dinero extra para el servicio de salud y eliminando el impuesto sobre algunas adquisiciones de viviendas para compradores primerizos.

"Frente a un sombrío contexto económico, el ministro verá este presupuesto como un éxito político", dijo Torsten Bell, director de Resolution Foundation. "Pero eso sería de poco consuelo para las familias británicas dada la sombría perspectiva que entrega para sus niveles de vida".

El grupo también estimó que el pronóstico de la OBR mostró en una base de 10 años consecutivos que el crecimiento de la productividad caerá al 0.1% para fines de 2017. Eso la convierte en la peor década para la productividad desde 1812, cuando Napoleón invadió Rusia.

Problema de productividad
Hammond reconoció el problema en sus entrevistas post-presupuesto del jueves. "La forma de lograr un aumento salarial real más alto es mejorar nuestra productividad, no hay otra solución", dijo a la BBC.

"No se puede generar un alto crecimiento salarial a menos que seamos más productivos y la forma en que lo hacemos es invertir y fomentar las partes más productivas de nuestra economía: el sector de servicios, que es competitivo a nivel mundial, las empresas de alta tecnología que están operando en todo el Reino Unido".

Hammond decepcionó a millones de trabajadores del sector público con la esperanza de que pueda poner fin a siete años de restricción salarial y levantar el límite del 1% de los aumentos salariales en vigor desde 2013.

El Tesoro está comprometido a proporcionar dinero extra para las enfermeras, pero "dadas las restricciones de gastos, otros trabajadores del sector público no deberían contener la respiración en anticipación de un aumento por la inflación, o incluso el 1%", dijo Johnson del IFS.

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