Un esfuerzo mundial urgente para reequilibrar la desigualdad entre las naciones ricas y vacunadas y las pobres que se hunden aún más en la miseria de la pandemia está chocando con un conflicto de un calendario inamovible: las vacaciones de verano en Europa.
La próxima semana, los delegados de la Organización Mundial de Comercio (OMC) tienen previsto marcharse de Ginebra para su receso de agosto y, al hacerlo, poner en pausa hasta la segunda semana de septiembre su díscolo debate sobre una propuesta de renuncia a la protección de propiedad intelectual de las vacunas para el COVID-19.
Antes de partir, los miembros adoptarán un informe en el que se reconoce que apenas han avanzado en la propuesta destinada a generalizar la disponibilidad de las dosis, algo que, según el máximo experto mundial en salud, es fundamental para acabar con un “fracaso moral”.
“Con tantas vidas en juego, las ganancias y las patentes deben pasar a un segundo plano”, dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante una cumbre virtual celebrada la semana pasada.
El director general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, ya había instado a los embajadores a acortar sus habituales seis semanas vacaciones de verano para centrarse en cuestiones urgentes como la exención. Sin embargo, los miembros no tienen previsto reconsiderar el asunto hasta la semana del 6 de septiembre, según funcionarios familiarizados con la planificación.
“Agosto no importa en Ginebra; no importa si la gente está muriendo en todo el mundo”, dijo Shailly Gupta, portavoz de Médicos Sin Fronteras. “Esperamos que los miembros se muevan a un ritmo más rápido”.
El desacuerdo persiste en la cuestión fundamental de si una exención es la “forma adecuada y más eficaz” de abordar la escasez de vacunas, según un proyecto de informe de situación elaborado por Dagfinn Sørli, presidente del Consejo de la OMC sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, o ADPIC.
Esa división podría hundir las perspectivas de una ambiciosa exención para las vacunas, ya que las decisiones de la OMC deben tomarse por consenso, lo que significa que cualquiera de los 164 miembros puede vetar un acuerdo final por cualquier motivo.
“La respuesta de la OMC al COVID es el asunto más crítico que enfrenta nuestra organización en este momento”, dijo el portavoz de la OMC, Keith Rockwell, en una entrevista telefónica. “Han muerto millones y hay vidas en juego. Es esencial encontrar un resultado pragmático para diciembre”.
Los defensores de la exención esperaban concluir las negociaciones a fines de julio y ahora critican a la Unión Europea y a otros países desarrollados por entorpecer las conversaciones.
UE ‘no está interesada’
La Comisión Europea, que se opone a una exención de los ADPIC de la OMC, ha propuesto una serie de medidas que, según argumenta, creará una mayor seguridad jurídica para que las naciones aprovechen las herramientas comerciales existentes a fin de ampliar sus capacidades de producción.
“La UE no está interesada”, dijo Gupta. “Suiza, Noruega y el Reino Unido no se comprometen. Dicen: ‘Esto o aquello no funcionará; la exención no funcionará’. No hay intención de comprometerse”.
Un portavoz de la misión de la UE en Ginebra declinó formular comentarios.
Los críticos sostiene que la propuesta de Bruselas es una distracción para desviar la atención de la anterior propuesta de exención de India y Sudáfrica y evitar que los miembros participen en negociaciones más detalladas.
“Las acciones de la UE son increíblemente cínicas y peligrosas”, dijo Lori Wallach, fundadora de Public Citizen’s Global Trade Watch. “Han presentado un documento que básicamente entra en conflicto con las negociaciones basadas en el texto al decir ‘No queremos una exención’”.
Estados Unidos, por su parte, ha pasado a un segundo plano en el proceso, y el entusiasmo por el compromiso de Washington en este asunto ha comenzado a decaer en los tres meses transcurridos desde que la representante de Comercio, Katherine Tai, anunció el apoyo estadounidense a la exención.
Aunque el sorpresivo anuncio de Tai hizo caer brevemente las acciones de Moderna Inc., Pfizer Inc., y BioNTech SE, los valores se recuperaron rápidamente y ahora todos se cotizan en sus niveles más altos del año o cerca de ellos.
“La gente siente que el mensaje del embajador Tai no se está aplicando sobre el terreno ni de manera significativa”, dijo Thiru Balasubramaniam, director gerente de Knowledge Ecology International en Europa.
“El apoyo de EE.UU. a la exención de las protecciones de propiedad intelectual para las vacunas del covid-19 proporcionó un importante impulso al proceso de la OMC”, dijo el portavoz de la representante de Comercio estadounidense, Adam Hodge, por correo electrónico. “Seguimos profundamente comprometidos en las discusiones para encontrar un consenso mientras la Administración Biden-Harris sigue intensificando nuestros esfuerzos para donar dosis y ampliar la fabricación y distribución equitativa de vacunas en todo el mundo”.
Inconvenientes de la exención
La mayoría de las naciones que producen vacunas se oponen a una exención general a las normas de propiedad intelectual de la OMC porque dicen que perjudicaría la innovación, no contribuiría a ampliar el acceso a las vacunas e incluso podría ser contraproducente.
En concreto, los que se oponen a la exención dicen que crearía un caótico mosaico de leyes, desintegraría las asociaciones industriales existentes, provocaría una escasez de suministro de vacunas e inyectaría aún más incertidumbre en los ya complejos acuerdos.
También existe la posibilidad de que una exención de la propiedad intelectual conduzca a la producción de medicamentos falsificados y de baja calidad, lo que podría aumentar la indecisión a vacunarse, que ya es generalizada incluso en las naciones más ricas del mundo.
“Todo el mundo sabe que la propiedad intelectual no es el problema y que no hay una solución rápida para vacunar al mundo con la última tecnología”, dijo Robert Grant, director sénior de la Cámara de Comercio de EE.UU. “La mayoría de los Gobiernos lo saben, pero debido a la sensibilidad política no lo dicen públicamente”.
Distribución desigual
De hecho, el debate sobre las exenciones es un tema políticamente explosivo para las naciones con altas tasas de vacunación porque no quieren ser vistos como un obstáculo para hacer llega los medicamentos que salvan vidas a los países pobres, cuyos ciudadanos sufren a un ritmo desproporcionado.
Hasta la fecha, el 75% de las vacunas se han administrado en solo 10 países y solo el 1% de las personas en los países de bajos ingresos ha recibido al menos una dosis, según las estadísticas de la OMS
Los fabricantes de medicamentos dicen que están trabajando todos los días para abordar los verdaderos cuellos de botella y están en camino de entregar 11,000 millones de vacunas para fin de año, suficientes para inocular a toda la población adulta del mundo.
Mientras los diplomáticos se van de vacaciones, el proceso de distribución de las vacunas no se ha detenido, dijo una portavoz de la Federación Internacional de Asociaciones y Fabricantes de Productos Farmacéuticos.