En el juicio colectivo al que fue sometido el cineasta sentenciaron a penas de entre 10 meses y un año de prisión a otros 11 jóvenes. De ellos solo dos tenían abogado defensor. (Redes sociales).
En el juicio colectivo al que fue sometido el cineasta sentenciaron a penas de entre 10 meses y un año de prisión a otros 11 jóvenes. De ellos solo dos tenían abogado defensor. (Redes sociales).

El joven cineasta Anyelo Troya, que había sido arrestado en las protestas del 11 de julio en La Habana y condenado a un año de prisión en un juicio colectivo sin defensa, salió de la cárcel la noche del sábado y permanece bajo arresto domiciliario.

Troya, de 25 años, declaró este domingo a Efe por teléfono que le liberaron de la prisión al oeste de la capital donde llevaba 13 días encerrado, con la orden de permanecer recluido en su domicilio y con su sentencia por “desorden público” vigente.

El encarcelamiento del realizador del famoso videoclip “Patria y Vida” -todo un himno de la disidencia dentro y fuera de Cuba- generó una intensa campaña en las redes sociales por su liberación, así como críticas a los juicios rápidos con los que la justicia cubana ha condenado a decenas de jóvenes, presuntamente sin las mínimas garantías procesales.

En el juicio colectivo al que fue sometido el cineasta sentenciaron a penas de entre 10 meses y un año de prisión a otros 11 jóvenes. De ellos solo dos tenían abogado defensor.

“De los que estaban conmigo solo me liberaron a mí gracias a que mi caso se hizo muy internacional, pero los otros chicos siguen ahí encerrados”, declaró hoy Troya a Efe.

Sobre su arresto, el joven explica que no estaba participando en las protestas, no cantó ninguna consigna y ni siquiera hizo fotos con su cámara. Dice que vio a unos policías golpeando a mujeres y les llamó la atención. Inmediatamente, varios agentes vestidos de civil “me cogieron por el cuello, me tiraron al suelo y me dieron golpes”, asegura.

Lamentó que en la cárcel no le dejaran comunicarse con su familia o acceder a un abogado y le interrogaran en reiteradas ocasiones, y negó haber recibido más malos tratos físicos o torturas.

“Me siento feliz por personas que me apoyaron, mis amistades, y también un poco aturdido”, declaró.

Con la ayuda de un abogado, su familia trabaja en un recurso de apelación para revertir la sentencia de un año por desorden público.

Organizaciones y activistas calculan en varios centenares el número de detenidos desde las protestas del 11 de julio, de los cuales la mayoría permanecen en prisión -a la espera de recibir o no cargos- y otros han sido liberados.

Tras las mayores protestas en Cuba en seis décadas, que fueron duramente reprimidas por las fuerzas estatales, organizaciones calculan en varios centenares el número de detenidos, de los cuales la mayoría permanecen en prisión -juzgados o a la espera de resolución- y otros han sido liberados. Unos pocos son menores de edad.

Las autoridades de la justicia y la Fiscalía cubanas, que no han revelado el número de detenidos, negaron que existan juicios sumarios y se refirieron a “procedimientos abreviados para los delitos menores”, de los cuales reconocieron 19 procesos que involucraron a 59 personas.

Sin embargo, expertos han denunciado el uso cada vez más habitual de los juicios sumarios en Cuba para procesar y encarcelar a personas con ideas políticas opuestas al oficialismo.

Dos de los intérpretes de Patria y Vida, Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo, permanecen en prisión.

Las mayores protestas en más de seis décadas se produjeron con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad, lo que empujó a los cubanos a salir a las calles para criticar a su Gobierno.

Las autoridades por su parte, insisten en culpar a EE.UU. tanto de las manifestaciones como de la extrema escasez que sufre el país.

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